22/10/23

ENRIQUE DE ZUZUARREGUI Y FLÓREZ-VARELA


  Nació Enrique en la ciudad de Madrid, el veintidós de enero de 1861. Hijo de Antonio Zuzuarregui Delgado y de Ventura Flórez Gálvez, gente adinerada y con intereses comerciales tanto en España como en Cuba.

   La primera noticia que tengo de él, es que su padre solicitó en 1863 se le admitiera, junto a su hermano Antonio, como aspirante de Marina con uso de uniforme desde los seis años y que pudiera optar a una plaza en el Colegio Naval Militar, gracia que le fue concedida el dieciséis de abril de ese año

   La segunda noticia es que sus primeras letras -hablamos ya con siete años- las hizo en el Colegio Elemental y Superior, sito en el número veintiuno de la calle Costanilla de los Desamparados, de Madrid.

   Habiendo sido dispensado del tiempo que por edad le faltaba, ingresó voluntario y en clase de alumno en el establecimiento central de instrucción de caballería, el ocho de abril de 1876, con tan solo quince años. Sentó plaza por un tiempo de cuatro años y sin derecho a paga.

   En ese momento sus señas físicas eran: pelo castaño, ojos pardos, bien formado y de un metro y setenta centímetros de estatura.

   El veinte de septiembre siguiente, asciende a cabo segundo por haber terminado sus estudios, siendo destinado al regimiento de cazadores de Arlabán, Nº 24 de caballería,  donde continuó realizando sus estudios, hasta que el siguiente veintiocho de diciembre asciende a cabo primero.

   El primero de octubre de 1876, se le destina al regimiento de cazadores de Arlabán, Nº 24 de caballería,  donde el veinte de septiembre siguiente, asciende a cabo segundo por haber terminado sus estudios, permaneciendo en Alcalá de Henares, donde a fin de enero  del año siguiente es destinado a la plana mayor del regimiento de cazadores de Arlabán, Nº 24 de caballería,  en Palencia, donde continuó realizando sus estudios, hasta que el siguiente veintiocho de diciembre asciende a cabo primero.

   Antes, el tres de julio de 1876, por real decreto se le declara Benemérito de la Patria, no precisa el motivo en su hoja de servicios, y el veinte de septiembre siguiente, asciende a cabo segundo por haber terminado sus estudios.

   Por real decreto de veintidós de enero de 1877, se le concede un año de abono, año que le servirá en el caso de que llegue a oficial para los efectos de la crus de la Orden de San Hermenegildo.

   El primero de abril del mismo año, pasa destinado al regimiento de Talavera el primero de Abril de 1877, en Valladolid, permaneció de guarnición hasta final de septiembre de 1877, que por orden del director general del Arma pasa desde el primero de octubre al de Lanceros de Sagunto, Nº 8, en Valencia, donde permaneció de guarnición, hasta el treinta de junio de1880, que causó baja en el Cuerpo,, obteniendo la licencia absoluta, eso sí, quedando sujeto a la responsabilidad de ser llamado como quinto disponible al tener más de veinte años de edad.

   El día uno de julio de 1878 renueva su enganche por dos años, con derecho a abono y obligaciones tanto en la paz como en la guerra.

   Durante este tiempo sufrió tres arrestos:

   - el primero el diecinueve de julio de 1878 por abandono del servicio, con dos meses de calabozo y suspensión de empleo.

   - el segundo el dieciocho de junio de 1879, por el delito de disfrazarse de paisano y formar escándalo la noche del trece de abril anterior, con dos meses de arresto y suspensión de empleo.

   -el tercero, al parecer no escarmentó con el segundo, el diecisiete de julio fue condenado a cinco días de arresto menor por las lesiones causadas a un paisano, así como al pago de las costas, gastos y reintegros.

   Entre ese 1880 y 1888 no he conseguido información sobre sus andanzas y lo primero que sé de él es de primeros de mayo de 1888, fecha en la que ocupó el cargo de vocal del partido reformista en la ciudad de Lorca y que ese año formaba parte de la junta directiva de accionistas del teatro de la ciudad Lorca.

   Aparte de eso, se sabe que se metió en política, pues dado que era uno de los hacendados del municipio, dado que entre otras propiedades, lo era de una finca llamada El Consejero que, entre otras cosas, tenía una fábrica de harina, estaba interesado en participar directamente de las decisiones municipales y por ello decidió presentarse a las elecciones municipales del diez de mayo de 1891, en las que resultó elegido concejal por el partido conservador, partido que fue el que obtuvo el mayor número de concejales: 13 de 19. Con estos resultados, fue nombrado, aparte de concejal, sexto teniente de alcalde.

   Para 1893, la situación en el norte de Marruecos era bastante preocupante por cuanto afectaba de lleno a los habitantes de Melilla y a la propia ciudad, situación que se vio tensada al máximo cuando el gobernador de la plaza, Juan García Margallo, desoyendo a quienes le aconsejaban que no lo hiciera, ordenó la construcción de una fortaleza en las cercanías de la tumba de una persona santa para las tribus que habitaban la zona. El comienzo de las obras provocó que las cabilas se empezaran a agrupar y a poner en pie de guerra. 

    El asedio a Melilla comenzó el tres de octubre, llegando a haber un total de veinte mil rifeños atacando la ciudad. Esto dio lugar a que se movilizara al Ejército de Andalucía y se dirigieran a Melilla el acorazado Numancia y los cruceros Isla de Cuba y Conde de Venadito.

   Conocido esto por Enrique, decidió alistarse voluntario en la Cruz Roja e ir a defender los colores nacionales. Perece ser que en esos momentos se hallaba estudiando medicina. De modo que hizo el petate y se dirigió a Málaga, ciudad a la que llegó el ocho de noviembre, acompañado por el redactor del periódico lorquino El Diario de Avisos, un tal Díaz y Pérez, embarcando en ese puerto rumbo a Melilla.

   Pronto fue destinado a prestar sus servicios y aunque no tenemos conocimiento documentado de si se halló en combate, parece ser que sí, pues según la prensa ...por sus méritos obtuvo la Medalla de Oro..., y aunque la prensa no indica eso, si he obtenido documentación que corrobora que fue recompensado con dicha medalla, documentación de la misma Cruz Roja, aunque no especifica por cual o cuales motivos se le concedió.

   Esa misma prensa informaba que se halló en los tres días de sitio que los rifeños pusieron al fuerte de Cabrerizas Altas, en el que quedaron encerrados alrededor de mil hombres, de los cuales murieron cuarenta y uno y resultaron heridos ciento veintiuno.

   Acabada la contienda, el día de la Purísima Concepción se halló entre los miembros de la representación de la Cruz Roja que participó en la misa de campaña que se celebró en el campo de maniobras, tal como se puede leer en el periódico La Caridad:  

   "...ocupando por primera vez la Asociación de la Cruz Roja su puesto oficial, y considerada ya necesaria en campaña.

   Hoy, en la orden del día figuraba esta en primer término..."

   Enrique iba como miembro agregado en dicho evento.

   Tras estos acontecimientos, en fin de diciembre retornó a Lorca, a donde llegó el tres o cuatro de enero de 1894, dándose el caso de no pudo ocupar su plaza de concejal, pues el gobernador le había suspendido en sus funciones, aunque desconozco el motivo.

   Según el periódico El Diario de Murcia en su edición del veintiséis de junio de 1896, para cuando volvió de Melilla o bien fue nombrado o retomó el empleo de comandante de bomberos de Lorca.

   Igualmente, a su vuelta de Melilla fue preguntado que qué es lo que buscaba con esa clase de aventuras militares, respondiendo él que o bien ...la espada de oficial del ejército o bien la Cruz de San Fernando.

   Permaneció en Lorca dedicado a sus ocupaciones habituales, hasta que la llegada de las noticias preocupantes desde Cuba volvió a encender su ardor guerrero y sin dudarlo un instante, empaquetó las cosas necesarias y se marchó a aquella isla, enrolándose como voluntario empezando a servir el primero de noviembre de 1895, formando parte del primer escuadrón del Comercio Nº 1.

   Si la información que he leído es la correcta para este escuadrón, resulta que fue un escuadrón movilizado formado por cuenta de la lonja de víveres y síndicos del comercio de La Habana, siendo aprobado el dieciséis de agosto de 1895 con la denominación de escuadrón movilizado del comercio de La Habana Nº 1, el cual pasó a ser sostenido por el presupuesto extraordinario de la contienda.

   Si se trata de este, yo creo que se alistó Enrique precisamente en este debido a que tenía relación con cuba y La Habana, pues su madre tenía propiedades e intereses allí y esto lo digo porque este Enrique es familia de mi abuela paterna, era su tío. Esto puedo demostrarlo, pero no creo que para el caso sea necesario..

   Bien, de sus acciones militares en Cuba, tenemos noticia de dos: una  es que se halló en la batalla de Paso Real, ocurrida el primero del mes de febrero de 1896, Enrique se batió con gran denuedo, entre una nube de proyectiles y siempre en los sitios de más peligro, por la cual obtuvo una cruz pensionada con dieciocho pesetas, aunque esta información solo aparece en un artículo de prensa y no me ha sido posible confirmarlo con documentación oficial.

   La siguiente noticia, es que el ocho de febrero de 1896 se produjeron por la noche, sobre las diez y media,  encuentros con avanzadas enemigas en el lugar llamado Santa Cruz de los Pinos, de donde tras un reñido combate se les consiguió evacuar y hacer bastantes bajas, entre ellas la del capitán insurrecto Leoncio Estévez Moncada, habiendo sufrido las fuerzas del estado un muerto y un herido del escuadrón del Comercio de La Habana, el de nuestro Enrique.

   Precisamente Enrique, que se encontraba encuadrado en la compañía de capitán Francisco Castillo en la vanguardia de la columna, se encontraba en la punta de dicha vanguardia junto al cabo Manuel Gómez y otros cuatro compañeros y que al llegar a una plaza de la localidad, le hicieron fuego desde unas casas, saliéndoles al encuentro unos quince rebeldes, entablándose una lucha a machetazos y en la que Enrique sufrió numerosas heridas, logrando, no obstante su estado, dar muerte al entes mencionado Leoncio Estévez Moncada, conocido como el hijo de Guillermón y parece que a un par de insurrectos más, que en esto no se ponen de acuerdo los testigos, uno de ellos el cornetín de órdenes de Maceo.

      Tras el combate, pudo comprobar que sufrió las siguientes heridas: herida incisa de seis centímetros en la región parietal izquierda, de ocho centímetros en el tercio inferior del antebrazo derecho, de dos centímetros en la cara dorsal de la articulación metacarpo falángica del índice derecho, de tres centímetros en la cara posterior del codo izquierdo, de seis centímetros en el tercio inferior del antebrazo izquierdo y una de dos centímetros en el espacio interdigital del primeo y del quinto dedos de la mano izquierda.

   Se le realizarían las curas de urgencia, aunque  debido a la gravedad de algunas de ellas fue trasladado a La Habana, donde ingresó en el hospital militar el dieciséis de febrero, saliendo completamente curado y útil para el servicio de las armas el siguiente veintinueve de abril.

   Por estos hechos, solicitó le fuera concedida la Cruz de San Fernando, iniciándose un proceso que culminó con el correspondiente juicio contradictorio.

   De los testigos consultados, solo el coronel de la columna, el capitán Francisco Castillo y el médico José María Gómez dieron información relatada del hecho. Del resto de capitanes, tenientes y el cabo Manuel Gómez no declaró porque se desconocía cuál era su paradero.

   Como realmente no había testigos presenciales cuyo relato fuera totalmente cierto por estar presente en el momento y lugar y como el hecho fue algo casual y los que declararon no se ponía de acuerdo si era solo Enrique y un compañero, si era Enrique con el cabo y otros cuatro compañeros, que si como fue un combate inesperado ocurrido a las diez de la noche y por ello difícil distinguir bien las cosas, que si ..., que al final se decidió que no era acreedor a la cruz.

   Eso sí, se reconoció que la acción de Enrique fue distinguida y merecedora de recompensa, por lo que fue  premiado su brillante comportamiento con una cruz de plata del Mérito Militar con distintivo rojo pensionada vitalicia con 7,50 pesetas, que le fue concedida el quince de julio de ese año de 1896.

   Menos da una piedra.

    Tras estos hechos, un mes después fue licenciado, embarcando para España a bordo del vapor-correo León XIII, el cual arribó a Santander el día dieciocho de junio.

   En la prensa murciana apareció transcrita una carta que desde el hospital mandó a sus familiares y amigos en Lorca y de la cual entresaco unos párrafos:

   Me encuentro en este hospital herido de doce machetazos, que recibí luchando solo con 18 insurrectos.

   Estos iban mandados por un ayudante de Maceo, que es hijo del célebre Guillermón y que tenía entre los suyos la graduación de capitán. Gracias a Dios pude matar al hijo de Guillermón de dos machetazos y herir a dos mas, haciendo huir á los otros quince rebeldes. Esta acción ocurrió en el pueblo de Santa Cruz de los Pinos y por ella estoy propuesto para la cruz laureada de  S. Fernando.

   Dicen los insurrectos prisioneros, que Maceo quería mucho a su ayudante por ser uno de los macheteros mas diestros y uno de los hombres de su mayor confianza, llorando cuando supo su muerte. 

   Cuando llegó el general Navarro á Guanajay, me presentaron a él y le contaron lo que había hecho. El general me estrechó entre sus brazos y dijo: «A los hombres como este hay que abrazarlos», dándole yo las mas expresivas gracias. Me dijo que pidiera lo que quisiera y me sería concedido, pidiendo yo la cruz de San Femando. 

   Además, tengo concedida otra cruz de 18 pesetas mensuales, por la batalla de Paso Real. 

   Los machetazos que recibí en Santa Cruz son: uno en la cabeza y once en los brazos y muñecas. No puedo escribir, pero para que sepáis no estoy grave he hecho un esfuerzo y os escribo la presente con objeto de tranquilizaros. 

   Según la prensa, en el hospital fue conocido como el macheteado.

   Tras su regreso a España, la siguiente noticia que he conseguido de él es que el veintinueve de junio partió en dirección a Barcelona para va a ver a su madre y alguna de sus hermanas que allí vivían y a partir de este momento ya no sé nada más sobre nuestro biografiado, pues no he vuelto a encontrar ninguna referencia sobre él después de esta fecha.

   Aparte de lo contado hasta ahora, sabemos poco más de Enrique. Lo primero que decir es que, como ya se ha dicho antes, es que era propietario de una finca llamada El Consejero. Como dato al respecto, decir que Enrique era conocido en Lorca como El niño del Consejero.   


    Sobre esta finca, decir que se llamaba así porque su propietario en el último tercio del siglo XVIII fue Antonio Robles-Vives, el cuñado del primer conde de Floridablanca, el famoso consejero de Carlos III. No sé cuándo pasó a formar parte de las propiedades de la familia de Enrique, pero por algunos comentarios escuchados, perece ser que formaba parte de la herencia familiar que recibió su madre, que en el municipio de Lorca se componía, al menos, de dos propiedades, esta finca y otra más o un inmueble en el casco urbano, que eso no lo sé.

   El caso es que la propiedad de la misma pasó a manos de Enrique, quien continuó con la explotación de una fábrica de harinas que en ella había.

   Así mismo, en la casa de la finca había, anexa a las caballerías, una pequeña capilla, en la cual el catorce de julio de 1881 contrajo matrimonio su hermana María Natividad con Ángel Llopis Ruiz.

   También sabemos que era un gran ciclista. Por los datos que he podido consultar, parece ser que este Enrique era un aficionado a la bicicleta, al ciclismo, tanto que fue el primer velocipedista o ciclista español que cruzó los Pirineos en abril de 1887, quien llevaba, incluso, un ayudante, de apellido Ribera, quien, lógicamente, compartió los laureles de la hazaña.

Después de esto, siguió participando en cuantas carreras se organizaban en la región murciana, con notable éxito. .

   Aparte de esto, solo he encontrado su nombre en el Boletín oficial de la provincia de Murcia, donde se anuncia los impuestos que debe sobre los bienes inmuebles, siendo la última noticia en el número del veintiséis de octubre de1905. Falleció entre esa fecha y antes de mayo de 1910.

    Estaba casado con María del Rosario Romero Eytier, con quien tuvo, que sepamos, los siguientes hijos:   

- María del Rosario Zuzuarregui Romero, casada el cinco de marzo de 1916 con el que fue comandante de infantería Manuel Bassa Forment.

- Ventura Zuzuarregui Romero (puede aparecer como Buenaventura), nacida en Lorca el dieciocho de septiembre de 1886 y casada con Alfonso García del Busto e Ibáñez de la Rentería? el veintisiete de noviembre de 1916. Viuda para febrero de 1945, 

- María Dolores, que nació en Lorca el veintiuno de octubre de 1893 y

- José Zuzuarregui Romero, nacido en Lorca el diez de diciembre de 1885 y que contrajo matrimonio en Madrid con Margarita de Martos de Salabert el diez de julio de 1916. Este mujer fue condesa de Villaoquina desde 1959 hasta 1978.

   Según el padrón municipal, para el año de 1910 residía María del Rosario, la madre, José, Ventura y Dolores en Madrid, calle Jerte, barrio de San Francisco, La Latina, Madrid.

NOTAS: 

1- La foto del vapor-correo León XIII está tomada de  https://delpablosensatalleonxiii.wordpress.com/2011/05/15/el-capitan-gomez-y-el-vapor-correo-leon-xiii/

2- La foto del anuncio de la fábrica de harinas El Consejero, está tomada de la publicación Anuario del comercio, de la industria, de la magistratura y de la administración. 1886, p. 99

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