31/08/17

CORONEL ANTONIO VELÁZQUEZ-GAZTELU MORENO

   Nació en Orán, el año de 1746, hijo de Francisco Velázquez-Gaztelu Ibero y de Joaquina Moreno Rubio. Noble.

  Ingresó en la clase de Cadete el dos de agosto de 1760; pasó a Subteniente el veinticinco de junio de 1764; pasó a Subteniente de Granaderos el veinte de septiembre de 1770; pasó a Teniente el veintinueve de octubre de 1772; pasó a Capitán el primero de mayo de 1773; pasó a Sargento Mayor el once de enero de 1791; pasó a teniente Coronel graduado el primero de julio de 1792; pasó a Teniente Coronel el trece de agosto de 1794; pasó a Coronel graduado el cuatro de septiembre de 1795; pasó a Coronel el catorce de septiembre de 1796.

    Su primer Regimiento fue el Fijo de Orán, en el que permaneció durante tres años, dos meses y seis días; pasó al de Saboya, en el que permaneció durante nueve años, cuatro meses y veinte días; pasó al de Cartagena de Indias, donde para fin de 1800 aun permanecía, siendo su Coronel.

   Tras prestar sus servicios en su Regimiento de Orán, pasó a destinado a Ceuta, al primer Batallón del Regimiento de Saboya, con el cual, en 1770, se embarcó en la expedición de mar rumbo a la plaza de Cartagena de Indias.

   Formó parte de los efectivos que se enviaron a combatir a los indios calidonia, siendo herido el dieciséis de julio del año siguiente en la función habida en Caimán.

   También fue llamado en 1775 a formar parte de la expedición que se mandó a combatir en la provincia de Hacha, hallándose en diferentes funciones, tras las cuales quedó defendiendo la nueva colonia que se fundó allí, Sabana del Valle, durante un año y siete meses.

  Tras esto fue enviado a la cuarta expedición que se hizo al Darién, 1785-1786, a combatir a los indios, entregándole la Autoridad tras eso el mando de Carolina, el cual ejerció durante siete meses, permaneciendo en total en la zona trece meses y medio.

   Estaba muy bien considerado por sus superiores, incluso como Coronel, quienes en 1800 elogiaban su manera de llevar el Regimiento y a los individuos que lo formaban.

   Tras recibir el siete de abril de 1788 la Real licencia, casó en Cartagena de Indias con Dª. Joaquina de Allande y Rapia, natural de Cádiz, e hija de Dª. Gabriela Rapia y del Teniente Coronel de Infantería y Teniente de Rey de la plaza de Panamá Miguel de Allande. Según las noticias que tenemos, sus hijos Francisco y Antonio fueron militares, iniciándose como Cadetes en el regimiento de Infantería de Cartagena de Indias.

   No debió alcanzar el empleo de Brigadier, quizás por fallecimiento, pues en el libro Diccionario biográfico del generalato español. Reinado de Carlos IV y Fernando VII (1788 - 1833) no aparece. Lo que es seguro es que para diciembre de 1822 su mujer ya era viuda, pues solicitó el traslado a la Península por cuenta de la Real Hacienda y que se le satisfacieran, por medio de las Cajas reales de La Habana, los alcances de su pensión.

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Málaga - 2017

TENIENTE CORONEL JOAQUÍN VELÁZQUEZ-GAZTELU MORENO

 Nació en Orán, el año de 1749, hijo de Francisco Velázquez-Gaztelu Ibero y de Joaquina Moreno Rubio (cuyo padre falleció en Cartagena de Indias siendo Comandante de las fortalezas de Boca Chica.)

Ingresa como Cadete el dieciséis de diciembre de 1763; pasa a Subteniente el veinte de septiembre de 1770; pasa a Teniente el primero de mayo de 1773; pasa a Capitán el veinticuatro de febrero de 1790; Capitán de Granaderos en julio de 1802; Sargento Mayor en 1803; Teniente Coronel, probable 1803.

Su primer regimiento fue el de Saboya, en el que permaneció durante nueve años, cuatro meses y quince días; pasó al Regimiento de Infantería de Cartagena de Indias, donde permaneció hasta 1803, que pasa al Regimiento Fijo de Panamá como Sargento Mayor de él.

Su primer destino fue la plaza de Ceuta, donde permaneció de guarnición tres años y nueve meses, participando durante este tiempo, entre otras acciones, en la persecución y caza de una embarcación de moros, a la que alcanzaron, apresaron y llevaron cautiva a Ceuta. Después, pasó junto con su regimiento a la expedición de mar a reforzar la plaza de Cartagena de Indias el año de 1771, integrado en el primer Batallón.

En 1772 y realizando las funciones de Ayudante mayor, se halló en la segunda expedición que se realizó a Ríoacha contra los indios guajiros, donde participó en varias salidas, permaneciendo en la zona dos años. Una de las salidas fue al mando de veinticinco granaderos, con los cuales atacó a unos indios rebeldes que intentaban soliviantar a indios aliados, teniendo que volver a salir a combatir de nuevo al año siguiente a esos mismos indios en Baya Honda.

Tras esto, fundó el poblado de San Juan de Ypapa y logró apresar a dos balandras extrangeras que realizaban comercio ilegal.

En 1775 estuvo como comisionado de bandera en los partidos interiores de la provincia, donde permaneció desempeñando la comisión más de año y medio y sin  gratificación.

En 1778 se le nombró como habilitado.

En 1781 pasó a la capital de Santa Fe a las órdenes del Coronel José Bernet con el propósito de contener la sublevación que se estaba fraguando en la zona, recibiendo Joaquín la orden de detener al alcalde y trece individuos más implicados en la rebelión, a los que condujo y entregó en la Real Audiencia.

Tras esto se le comisionó para trasladar a Cartagena de Indias a cincuenta reclutas y veintiocho reos, a los que entregó sin novedad al Gobernador.

En 1785, solicitó su integración en la expedición al Darién, siendo de los primeros que sentaron el real en Carolina, sufriendo el recio ataque que dieron indios el día cinco de septiembre de dicho año, encargándole sus superiores su rechazo y persecución, lo que llevó a efecto, logrando abatir a varios y tomar numerosas de sus armas, las mismas que entregó al Brigadier ingeniero director Antonio de Arévalo, quien le dio las gracias en nombre del rey.

En enero del año siguiente, hallándose en el mismo lugar, fue de los que más trabajaron en la extinción del incendio que se había declarado, logrando apagar el que había en el almacén de víveres e impidiendo que e incendiara el de pólvora.

Los años de 1787 y 1788 volvió a realizar las funciones de habilitado.

En 1794 fue comisionado, junto con cien hombres a su mando, para la demolición y quema del lugar conocido como San Basilio del Palenque, lo que ejecutó en ocho días a la perfección al mes siguiente. Esta acción fue la pudo realizar a pesar de la contraria e insubordinación de los habitantes del lugar.

En agosto de 1795 solicita se le ascienda a Teniente Coronel, pero en enero de 1796 se le deniega la petición.

Siendo Capitán de la 2ª Compañía del primer Batallón de su Regimiento, el ocho de marzo de 1800 y deseando el ascenso que le corresponde a Sargento mayor y no pudiendo serlo en se Regimiento por ser su hermano Antonio Coronel del mismo, solicita la Sargentía mayor veterana del Escuadrón de Dragones de Milicias Disciplinadas del Corozal, aunque no la obtuvo, pues se determinó que ocupara dicha plaza Juan José Indaburu, Capitán del Cuerpo de Infantería Veterano de la Provincia de Quito.

En 1803, siendo Teniente Coronel, pasa a ocupar la plaza de Sargento Mayor del regimiento Fijo de Panamá.

Contrajo matrimonio en Cartagena de Indias con Catalina de Ortega, natural de Ríoacha, al noreste de Colombia, costa del Caribe (hija del Castellano de la plaza de Ríoacha Juan Ortega Piciso, natural de Alesón, en Castilla la Vieja, y de María Manuela del Campo, también natural de Ríoacha) Debió morir en Panamá.

Tuvieron, al menos, tres hijos, Félix José, que ingresó de Cadete en el Regimiento de Infantería de Cartagena de Indias el dieciséis de marzo de 1799; Joaquín, que para fin de diciembre de 1800 era Subteniente de Granaderos del mismo Regimiento y que para 1802 ya era Teniente en el Regimiento; y otro llamado Juan de Dios, que ingresó de Cadete en el mismo Regimiento el nueve de marzo de 1796.   
Soldado Español
Málaga - 2017

27/08/17

MARISCAL R INGENIERO MILITAR DOMINGO AGUIRRE JIMÉNEZ

   

Nació en la plaza de Orán el trece de mayo de 1741.

El veinte de mayo de 1757 ingresa en clase de Cadete en la Compañía de minadores-artilleros de su ciudad, donde estudió matemáticas, permaneciendo en ese destino y empleo hasta el veintiocho de diciembre de 1762, que ascendido a Alférez -aunque con grado de Teniente- y fue admitido en la Real Brigada de Carabineros, con la que concurrió desde primeros de mayo de ese mismo año a la campaña de Portugal, guerra conocida como de los Pactos de Familia o de Guerra Fantástica.

Tras acabar esa guerra inútil, regresó con su Brigada a España, donde continuó realizando el servicio de su clase y su formación académica, hasta que el diecisiete de mayo de 1766, ingresa con el empleo de Teniente en el real Cuerpo de Ingenieros, en el cual obtuvo su promoción a Capitán e ingeniero ordinario el veinte de abril de 1772.

Entre los años de 1773 y 1775 estuvo destinado a desempeñar sus funciones en la sección de caminos y puentes y arquitectura civil, realizando, entre otros cometidos, planos y vistas de Aranjuez y del Real Sitio de Aranjuez.

Ya con el empleo de Teniente Coronel de Infantería desde el siete de marzo de 1777, se le comisiona al año siguiente a colaborar en las obras del Canal de Murcia, pasando después de ese cometido a continuar desempeñando su labor a Extremadura.

El año de 1779 publica un libro titulado Descubrimiento de un error filosófico

Sus siguiente promociones son como sigue:

- el veintiocho de julio de 1783 es promovido al empleo de Ingeniero 2º;

- el catorce de enero de 1789 recibe su patente de Coronel en el Real Cuerpo de Ingenieros;

- el dieciséis de abril de 1792 es graduado de Brigadier;

- el dieciocho de junio de 1792 es nombrado Ingeniero Jefe de los reales Ejércitos, plazas y fronteras.

El veintitrés de junio de 1794 se le destina a la isla de Menorca para que supervise los diferentes puntos fuertes de la isla y, tras finalizar este cometido, el siguiente veinticinco de marzo de 1797 recibe el cargo de Director de las fortificaciones de Galicia a la vez que se le nombra Ingeniero Director de los Reales Ejércitos, plazas y fronteras.

Entre las acciones llevadas a cabo durante su estancia en Galicia, sabemos que, por instrucciones de la Junta de Defensa de treinta y uno de agosto de 1797, de la que formaba parte, se reforzó el flanco izquierdo de la ría de La Coruña.

El veintinueve de julio de 1802 recibe el empleo de Mariscal.

El siete de marzo de 1782 se le concede licencia para contraer matrimonio con la Srª. Dª. Antonia Vanderleppe, matrimonio que tuvo, al menos, un hijo llamado Antonio, quien trabajó en Hacienda.

En agosto de 1790, su acción, junto a la de dos oficiales del Regimiento de Reales Guardias de Infantería Española, el teniente Juan de Armada y el segundo Ayudante Mayor Francisco Solano, fue decisiva a la hora de controlar y extinguir un incendio que se declaró en la Plaza Mayor de Madrid y que amenazaba con extenderse a la calle Mayor y aledañas. Estos Oficiales, junto a gastadores del Regimiento de Infantería de la Corona.

En enero de 1792 tiene conocimiento de la Real Cédula de cuatro de ese mismo mes del abandono de su ciudad natal y de Mazalquivir.

Debió fallecer en 1803, pues en el Estado Militar de España del año 1804 aun aparece, pero no en el de 1805.

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Málaga - 2017

22/08/17

CORONEL CRISTÓBAL VELÁZQUEZ-GAZTELU ZAMORA

   Nació en la plaza de Orán, siendo bautizado el veinte de febrero de 1636 y era hijo del Capitán de Caballos Alonso Velázquez-Gaztelu y de Dª. Juana Zamora Quesada.

Comenzó su carrera militar alrededor del año de 1753, con plaza sencilla de lanza y adarga, pasando a Atajador en la Caballería de dicha plaza, sirviendo en dichos puestosdurante cinco años y ocho meses, en el transcurso de los cuales se halló en diferentes funciones que se tuvieron contra turcos y moros.

Se tiene conocimiento de que en la jornada que salió el marqués de San Román, que era Capitán General de aquellas plazas, a combatir a los moros, al regresar de esta se vieron acometidos por la retaguardia por un tropel de sarracenos. Al verlo, la caballería cristiana volvió grupas y acometió con fiereza a los perseguidores, entre ellos nuestro Cristóbal, quien durante el transcurso de la refriega consiguió apresar a un moro principal de la partida perseguidora, haciéndole prisionero y tomándole sus armas y caballos.

También se tiene conocimiento cierto de que en una ocasión se hallaban en unas sierras cercanas a Orán una partida enemiga con intenciones poco amistosas.

De modo que el General de la plaza ordenó saliera una partida a darles caza y eliminarlos, yendo nuestro Cristóbal entre ellos. Al localizarlos, se les alcanzó, trabando combate con ellos, logrando Cristóbal matar a uno, apoderándose de su caballo y armas, las que trajo de vuelta a la ciudad junto con la cabeza del moro. En esta acción recibió una herida.

Al tocarse la alarma de que se aproximaba a la ciudad una fuerza de alrededor de trescientos moros del la tribu de los Benerages, se ordenó de inmediato saliese la caballería a frenarlos y desbaratarlos, lo cual hicieron a la perfección nuestros hombres, consiguiendo Cristóbal herir a uno y a su caballo y arrebatarle las armas.

Por último, se tiene conocimiento de que en una rota que se dio contra turcos en un paraje cercano al río Maquerra, que se hallaba a doce leguas de Orán, consiguió capturar a uno junto con sus armas de fuego.

Por todas estas acciones, que denotaban el valor de nuestro hombre, el marqués de San Román le ordenó que sirviese junto a su persona.

Tras estos hechos, pasó nuestro hombre en 1658 a la Península con licencia del marqués de San Román, pasando por los ejércitos de Castilla la Vieja y de Cataluña y donde, probablemente con el empleo ya de Capitán, levantó una Compañía que pasó a servir a las órdenes de Pedro de Bustamante, con la cual pasó a Milán, siendo una vez allí reformado, asentándosele su plaza en la Compañía del Maestre de Campo del Tercio de la Mar de Nápoles, percibiendo un sueldo de veinticinco escudo al mes.

Hallándose en España, recibió el diecinueve de mayo de 1664 la patente de Capitán de la Compañía de infantería veterana que había levantado en Medina del Campo, recibiendo un aumento de sueldo de quince escudos más al mes y con esta Compañía, al poco, volvió a pasar a Milán, donde permaneció hasta el veintitrés de junio de 1674, que por patente del duque de Osuna recibe el empleo de Sargento mayor de la plaza de Alejandría, empleo que mantuvo hasta el siguiente primero de agosto de 1675, que con licencia de Claude Lamoral, príncipe de Ligné, volvió a España. Este príncipe era el Gobernador y Capitán General del Estado de Milán.

Bien, no tenemos noticia de que fue de su vida entre 1675 y 1706. Es posible que pretendiera pasar a América con algún título de Corregidor, Alcalde o algo por el estilo, pues en uno de los documentos que se ha usado de base para la elaboración de este pequeño artículo, fechado en febrero de 1678 y que se conserva en el Archivo General de Indias y, normalmente, las relaciones de méritos y servicios guardadas en ese archivo lo son porque sus titulares pretendieron un cargo en Ultramar.

En cualquier caso, en la siguiente noticia que se ha podido encontrar información sobre él, fecha de quince de abril de 1682, nos lo presenta como Sargento Mayor en la plaza de Málaga, donde continuó, al parecer los años siguientes.

Como al parecer y a pesar de ser Sargento mayor su sueldo no debía ser demasiado bueno, eleva súplica al rey pidiéndole que su sueldo sea de tal Sargento Mayor o, si es posible, de Coronel. La respuesta la recibe poco después, pues por Real cédula firmada por Felipe V, de fecha cinco de febrero de 1706, el rey le nombra Coronel de los cuatro Regimientos de Milicias de Málaga.

Bueno, aquí se plantea un problema. En la hoja de servicios militares del Coronel Martín de Milla Suazo, se dice que este pasó en 1697 a ser Capitán de Granaderos en el Regimiento de Milicias arregladas más antiguo de Málaga, siendo el Coronel de dicho Regimiento Cristóbal Velázquez Gaztelu, el individuo objeto de este artículo.

De modo que cabe pensar que o fue Coronel accidental de dicho Regimiento dejando el mando al incorporarse el propietario y retornando él a ser Sargento Mayor o que siendo el Coronel dejó de serlo por algún motivo que desconocemos.

En cualquier caso, lo que sí parece ser es que fue Coronel de los Regimientos de Milicias hasta la fecha de su muerte, la cual ocurrió en Málaga, el cuatro de abril de 1716, siendo enterrado en el convento de Capuchinos de esta ciudad.

Contrajo matrimonio en Madrid, en la parroquia de San Justo y San Pastor, el diecisiete de abril de 1662, con la Sra. Dª. Leonor Francisca Prieto Cárcamo, también natural de Orán e hija del Capitán Antonio Prieto y de Dª. Isabel Cárcamo. Falleció Dª. Leonor en la ciudad de Málaga el trece de julio de 1723, siendo enterrada, también, en el convento de Capuchinos.

Testó Cristóbal en Málaga, el treinta y uno de diciembre de 1710, ante el Escribano Marcos Trujillo. Testó su mujer en Málaga, el once de marzo de 1723, ante el Escribano Diego de Zea Bermúdez.

Soldado Español

Málaga - 2017

07/08/17

CORONEL SALVADOR DE MILLA SUAZO

    Como ya se dijo en la biografía de su hermano Martín, la familia de Milla llegó a la plaza de Orán en la expedición de conquista del año de 1509, afincándose allí el primero de ellos, el Alférez D. Martín de Milla, permaneciendo esta familia en aquella plaza hasta 1708, año en que cayó, temporalmente, en poder de los turcos.

Durante esos doscientos años, los Milla habían servido al Estado en distintos puestos, la mayoría en el Ejército, donde más de uno cayó defendiendo la plaza de Orán y las aledañas de Tremecén, Mazalquivir,...

Por no dilatar esta biografía, solo mencionaré algo acerca del padre de nuestro hombre, el Capitán D. José de Milla Díaz.

Nació D. José en la plaza de Orán, el año de 1636, hijo de Martín de Milla y nieto de José de Milla, todos de Orán. Ingresó en el ofició de las armas como Soldado de Lanza y Adarga, Atajador, Cuadrillero, Adalid, Alférez de Infantería primero y de Caballería después. Por sus méritos pasó a Teniente y en el ejercicio de este empleo fue Ayudante de Comisario General de Caballería, siendo, además de estos cargos Alcaide de la Puerta de Tremecén.

En el transcurso de estos años, recibió varias heridas de guerra y felicitaciones por parte de sus superiores, así como sufrir la muerte de cuatro de sus hijos varones a manos de los turcos, uno de ellos a su vista en combate singular con un turco y otro en la defensa del castillo de San Gregorio.

Cuando le llegó la hora de jubilarse lo hizo con grado y sueldo de Capitán vivo. Al caer Orán en manos de los turcos, salió de aquella plaza junto a su familia rumbo a Málaga vía Almería y Granada, sorprendiéndole la muerte en la ciudad de Almería, siendo enterrado en la iglesia de Santiago de aquella ciudad.

Bien, pues el once de junio de 1679 es D. Salvador de Milla Suazo fue bautizado en la plaza de Orán.

No sabemos nada de su infancia, pero si que el dos de diciembre de 1694 sentó plaza de arcabucero de Caballería, pasando sucesivamente durante los siguientes diez años y cuatro meses a Atajador y a Alférez, de Caballería.

Durante el desempeño de la milicia en tierras oraníes, se tiene constancia de su valor y arrojo, destacando acciones como las siguientes:

- la correría a la plaza de Mostagán, que habiendo sido nombrado jefe de una partida avanzada, llegó junto a sus hombres a las mismas murallas enemigas, trabando combate con ellos, donde mató un turco y apresó a otro, poniendo su partida en fuga a los demás enemigos.

- También es de mencionar su acción contra una partida de Caballería enemiga, persiguiéndola durante catorce leguas, hasta la misma Tremecén, consiguiendo derrotarlos y capturarles el convoy que transportaban.

- En un ataque contra los moros Venerages, un soldado llamado Luis de Barrios fue herido y capturado por los moros, que ya se lo llevaban preso. Advirtiéndolo D. Salvador, se lanzó en su salvación y tras encarnizada refriega consiguió librarle y traerle de vuelta al campo cristiano.

- En una expedición que se realizó con la Caballería se internaron como unos ciento veinte kilómetros tierra adentro, en los dominios del Morabito Sidiguis, entablando combate con aquellos moros y durante la refriega se le ordenó a D. Salvador que impusiera orden entre los españoles, pues con la tensión del momento se había producido desorden entre las filas y, además, los moros se estaban llevando prisionero al Teniente del castillo de San Gregorio, D. Pedro Gómez de Maseda. Apoyado por otros soldados, se lanzó en persecución de los captores del cristiano y tras breve combate les quitó al herido español, volviendo con el al campo español.

- En otra ocasión, a unos cien kilómetros de Orán, en las proximidades de Mostagán, resultó que debido a las dificultades del terreno se extraviaron unos soldados, los cuales fueron acometidos por los moros, derribando de un escopetazo al Cuadrillero D. Bartolomé Barrios, arrojándose sobre el los moros para apresarlo. Conocido por D. Salvador, se lanzó junto con dos compañeros en persecución de los captores, alcanzándolos y arrebatándoles al español, consiguiendo montarlo en un caballo y retornar al grueso del destacamento.

   - Con motivo de unas conversaciones de paz que se debían entablar con los moros Alagefes, estos pidieron se les enviase un cristiano principal como rehén mientras se acordaban los términos de la paz, eligiendo los moros precisamente a D. Salvador, quien no rehusó el desafío, volviendo después de concertada la paz.

- Hallándose el rey de Argel intentando forzar la estacada del castillo de San Felipe, se le ordenó a D. Salvador que con veinticinco soldados escogidos por el mismo, ocupase la punta del Matamar para defender la posición, lo que ejecutó, recibiendo un intenso y continuo fuego, resistiendo lo suficiente como para mantener dicha posición.

Otras acciones de D. Salvador se refieren a correrías hasta la Puerta de Mostagán, donde se hicieron prisioneros que se vendieron como esclavos y de lo obtenido recibió una gratificación.

También se tiene constancia de que tras recibirse un aviso de que cinco moros, por traición de unos soldados españoles, habían sacado de Orán pólvora y fusiles, se le encomendó a D. Salvador, aun hermano suyo y otro más de su confianza los persiguieran y alcanzaran, lo que llevaron a efecto en mitad de la noche, consiguiendo capturar a dos de los moros más las armas y municiones.

No terminan aquí las acciones de nuestro hombre, no, pues se tiene noticia de que en una ocasión pasaban de Mostagán a Tremecén una cáfila de turcos escoltada por caballería e infantería y sabido por las autoridades oranesas se envió una tropa mandada por un Capitán para atacarla y apoderarse de cuantos suministros y armas llevasen, encontrándose nuestro Salvador entre los individuos de dicha tropa.

Poco tiempo después, hallándose de operaciones la Compañía de caballería mandada por D. Juan de Cazareg , fue atacada por fuerzas del rey de Mequinez y conocido en la ciudad de Orán el suceso, se enviaron tropas de Caballería e Infantería para el auxilio de los individuos que de esa Compañía no hubiesen sido hechos prisioneros y dado el gran conocimiento que del terreno tenía D. Salvador de Milla, se le envió a reconocer el terreno y tras dar con los enemigos y sus compañeros cautivos volvió dando "pelos y señales", tras lo cual se tomaron las medidas oportunas para rescatarlos.

El diecinueve de octubre de 1704 y por orden superior pasa a la plaza de Málaga, lugar en el que permanece por espacio de tres años y veintiséis días, pasando a ser Teniente de Caballería en el Regimiento de Caballería de Málaga, de que era Coronel D. José de Zea Salvatierra.

El dos de diciembre de 1707, el Gobernador de Málaga D. Juan Antonio Hurtado de Amezaga, recibe orden de S. M. de enviar socorros a la plaza de Orán, que se hallaba sitiada por los moros. Se pedía que de Málaga partieran cuatrocientos soldados, los cuales se unirían los enviados desde Cádiz. Entre los hombres de Málaga iba el Teniente de Caballería de Málaga D. Salvador Milla Suazo, quizás con algunos hombres de ese Regimiento.

Como los turcos tenían cortadas las comunicaciones de la plaza de Orán con el puerto de Mazalquivir, el ejército recurrió a D. Salvador Milla por ser nativo de Orán, conocedor del país por haber combatido a los moros en aquellas tierras, poniendo de inmediato en práctica sus conocimientos y pericia militar, consiguiendo introducir en la plaza el socorro de hombres, armas y avituallamiento con total éxito.

Permaneció destacado en aquella plaza, pero al final el resultado de las armas fue adverso para las armas españolas, pues a primeros de 1708 Orán fue evacuada, saliendo las tropas con sus Generales y volviendo D. Salvador Milla a Málaga junto con los hombres de su Regimiento a su mando.

Una vez retornado de la jornada oraní, se reintegró a su Regimiento, pero tuvo un accidente y se partió una pierna, debiendo permanecer en el "dique seco" durante un año y diez meses, hasta el veintidós de octubre de 1709 que se incorporó a continuar su mérito, realizando un nuevo encargo del Estado en tierras argelinas.

El día quince de septiembre de 1709, un mes antes de reincorporarse, se recibió de parte del marqués de Grimaldo un encargo de la reina por el cual el Regimiento de Caballería de Málaga debía enviar al Teniente D. Salvador Milla Suazo con algunos hombres a su mando a pasar a Orán en un barco francés, para que a través de su conocimiento del país y de su gente solicitara al Alcaide de esa plaza y al Rey de Argel el establecimiento de relaciones comerciales con vistas a la compra de una importante cantidad de trigo para abastecer a las tropas felipistas que se hallaban combatiendo en la Península.

Como ayuda en su cometido, portaba unas cartas del Gobernador de Málaga y de los Cónsules de Francia en Orán y Argel, todo lo cual, cartas y conocimiento del país y sus gentes, dieron por resultado la adquisición de cincuenta mil fanegas de trigo, lo cual fue certificado el ocho de diciembre de 1709 por Fray Roque Jaén Romero, Trinitario calzado y Administrador de los Reales Hospitales de la ciudad de Argel, y el catorce de diciembre de 1709 por D. Juan de Calatrava, cautivo en Argel y Oficial segundo de la Veeduría que fue de la plaza de Orán.

Estuvo D. Salvador de Milla desempeñando esta comisión durante cuatro meses y nueve días, tras los cuales volvió con los hombres a su mando a la ciudad de Málaga.

   En 1709 es recibido por Caballero de la Orden de Santiago.

A su vuelta a la Península, ya en marzo de 1710, se agregó, a su costa, al Regimiento de Milicias de Málaga del Coronel D. Diego Gamberos, continuando ahí su mérito pasando a Capitán, empleo que mantuvo hasta el siguiente nueve de octubre de 1719, que tomó a su cargo la tenencia coronela de dicho Regimiento, patente de fecha de veinticinco de septiembre anterior.

Contrajo primeras nupcias con Dª. María Saura y Caballero, viuda de Fernando del Castillo, no teniendo hijos el matrimonio. En julio de 1718 contrae segundas nupcias con Dª. Sebastiana Fabiana de la Peña Maraver, natural de la ciudad de Málaga. Su hijo Lorenzo fue Teniente Coronel.

El año de 1725 es nombrado por Corregidor de Tarma, en el Virreinato del Perú, aunque antes de poder hacerse con el corregimiento estuvo realizando funciones como procurador y pagador de los presidios de Tierra Firme, en Panamá. Durante su estancia en Perú, el marqués de Castel Fuerte, Virrey del Perú le nombró Capitán General de la Caballería en El Callao, otorgándole el empleo de Coronel.

No hemos conseguido noticias de su ejercicio político-militar como Corregidor de Trama, aunque si sabemos que en el transcurso del tiempo que permaneció en Trama envió dinero y alhajas a su mujer, dos candeleros de plata, un atril, seis cornucopias de plata, un frontal de chapas de plata, un incensario y evangelios para el altar que donó a su capilla de San Vicente Ferrer, en la iglesia parroquial de Santo Domingo, en Málaga capital, así como una lámpara de plata con seis cartelas y un Cristo, también de plata.

Al convento de religiosas de la Aurora de la Divina Providencia, de Málaga, donó una custodia de plata. Este convento lo fundó su hermano Antonio Agustín.

Posteriormente, en 1735, vuelve a la Península, embarcándose en la fragata San Miguel y las Ánimas, su Capitán Juan Bandín, y antes de embarcar decide otorgar testamento por si ocurría alguna desgracia, lo que llevó a efecto en Lima, el veintiuno de octubre de 1735, testamento que volvería a otorgar en Málaga ante el Escribano Pedro Antonio de Ribera, en 1738. En dicho testamento señaló 800 ducados para su hija María, por si quisiese hacerse monja en el monasterio de Beatas de Santa Rosa, fundado, también en Málaga, por su hermano Fray Antonio Agustín para hijas de militares.

En su testamento limeño dejó dicho que

"...se le enterrase con el hábito de Santo Domingo y con las insignias correspondientes al instituto de mi profesión, en la capilla de San Vicente Ferrer, en el convento de Santo Domingo de Lima, en cuya casa tengo al presente mi morada...Y para los gastos se saquen de mis bienes mil pesos de a ocho reales...Y que se digan cinco misas cantadas en Santo Domingo...en la ciudad de Málaga, donde soy vecino, cuatro mil misas de a dos reales y las distribuya mi hermano, el padre presentado Fray Antonio de Milla...aplicadas dos mil por su alma y las otras dos mil por sus padres, por los cuatro hermanos que murieron a manos de los turcos, las de sus parientes que murieron en el asedio de mi patria Orán... 

Al final se le enterró en Málaga, en la capilla de San Vicente Ferrer, de la iglesia parroquial de Santo Domingo de Guzmán, capilla de la que era patrono junto con su hermano Martín y en la que pudo poner su escudo de armas. Desgraciadamente dicha capilla hoy ya no existe, pues fue "víctima" de la desamortización de Mendizabal.

Soldado Malagueño

Málaga 2017

21/07/17

TENIENTE FRANCISCO JAVIER DE SIERRA.


De Francisco solo conocemos su expediente militar, el cual tiene una parte positiva y otra negativa. Es como sigue:

En 27 de Mayo de 1797 lo encontramos como Cabo del Batallón Voluntarios de Valencia Nº 46, usando casaca azul y divisa blanca, siendo destinado posteriormente a formar parte de la guarnición militar de Menorca.

Debido al mal negociado Tratado de San Ildefonso de 1796, por el cual España se aliaba a la Francia napoleónica contra Inglaterra, y conociendo los ingleses la importancia estratégica de la isla de Menorca, el 7 de Noviembre de 1798, las tropas mandadas por el general Charles Stuart desembarcan en la zona de Adaya y en tan solo diez días derrotaron a la escasa y desmoralizada guarnición española, que mandaba el brigadier Juan Nepomuceno Quesada.

Francisco Javier asistió a dicho y tras la derrota fue hecho prisionero junto a 3.528 soldados, 153 oficiales y 600 infantes suizos, los cuales hicieron defección y se pasaron a los ingleses, pasando a formar parte de la nueva guarnición de la isla. Tras el desalojo de los británicos de la isla por parte de los españoles y como por uno de los puntos del Tratado de Paz de Amiens de 27 de Marzo de 1802 España recuperó la isla, recuperó nuestro hombre la libertad, volviendo a la Península.

Estuvo en ese Regimiento hasta el 4 de Septiembre de 1806, para pasar ascendido a Sargento 2º al Regimiento de Voluntarios de Navarra -vistiendo en este Regimiento casaca azul con divisa carmesí y siendo su Coronel D. Gabriel de Mendizabal Iraeta- en donde le sorprendió la invasión napoleónica de la Península, participando en varios sitios y de todos los movimientos que tuvieron su final en la batalla de Espinosa de los Monteros y así su derrota durante esos días fue:

1- el 24 de Octubre de 1808 participa, junto a la División de vanguardia, en la toma de Bilbao,

2- el 2 y 3 de Noviembre en el sitio de Durango,

3- el día 5 en el de Balmaseda y los siguientes en El Berrón y, por fin los días 10 y 11 de Noviembre empujados los españoles por una fuerza superior, deja las provincias vascongadas y en Espinosa de los Monteros se enfrenta con los gabachos, encuentro bélico que se saldó con una derrota del Ejército español a manos del Ejército francés de Napoleón y que comportó abusos a la indefensa población, saqueos e incendios en Espinosa., muy típico de los franceses, que cometieron atrocidades contra la indefensa población civil española. Tras esta derrota se retiró el regimiento a León, abandonando pronto esa provincia para pasar a Galicia para organizarse.

Debido al valor demostrado y a sus dotes de mando fue promovido al empleo de Sargento 1º al Regimiento de Tiradores del Bierzo y con dicho cargo fue enviado en comisión a El Ferrol y hallándose allí en el desempeño de su comisión fue hecho prisionero, logrando burlar a sus carceleros y fugarse de entre los franceses, huyendo a Astorga, ciudad donde fue ascendido a Sargento y donde junto a las tropas de los Regimientos de Santiago, Lugo, Voluntarios de León, Cazadores de León y Húsares de León -2759 soldados-, más los ciudadanos resistió el sitio que a la ciudad pusieron los franceses en Abril de 1810, para al final rendirse la plaza y ser hecho prisionero después de 33 días de sitio, por lo cual y junto a sus camaradas recibió una medalla por Real Orden y por las Cortes Generales y Extraordinarias fue declarado “Benemérito de la Patria”. Tras ser hecho prisionero y junto al Coronel Santocildes y el resto de la guarnición, fue deportado a Francia, pero en Vitoria logró fugarse y reincorporarse al Ejército Nacional. Gracias a estos hechos y a sus dotes de mando y capacidad militar fue ascendido a Subteniente el 23 de Abril de 1811.

Posteriormente es destinado a la región del Puente de los Fierros el 17 de Mayo de 1812, y desde el 22 de Julio hasta el 17 de Agosto volvió a estar Astorga, participando del segundo sitio que sufrió esta ciudad maragata, aunque esta vez eran los españoles los que sitiaban la ciudad, pues estaba ocupada por los franceses. Allí estuvo hasta que tras las conversaciones del General Castaños con el oficial francés al mando de la plaza, este la rindió al General y por suerte lo hizo a tiempo, pues ocho horas después se presentaba un Ejército español procedente de Valladolid y al mando de Santocildes, seguido de cerca por otro ejército francés. Para cuando llegaron la ciudad había capitulado y de nuevo estaba en manos de sus legítimos dueños: los españoles.

Tras estos sucesos fue destinado al Arsenal de Gerona, donde el 30 de Mayo de 1815 fue nombrado Teniente Graduado, estando de guarnición en Guadalajara hasta el 31 de Agosto de 1819, fecha en la que debió “abandonar” el Ejército con motivo de un asunto de supuesta malversación de fondos de su Regimiento. Para explicar este asunto dejemos que sean los documentos los que hablen y expongan los hechos:

1- Carta de Francisco Javier al Rey

Señor,

Don Francisco Sierra, Teniente de Infantería y Subteniente del Batallón Ligero de Gerona, postrado A L. R. P. de V. M. humildemente expone: que a consecuencia de Junta celebrada en el Cuerpo fue nombrado en el año próximo pasado de 1816 para cobrar del Depósito de Rentas del Partido de San Clemente varias letras a favor del Batallón; comisió, Señor, que desempeñó con el mayor celo, proporcionando en aquellas circunstancias el poner en caja mas de 160 mil reales vellón en menos de catorce meses. Los gastos excesivos que la cobranza por todos los pueblos del Partido le acarreó, los mayores que indispensablemente con su mujer, un hijo de diez años y dos hijas de ocho y seis años ya en Cuenca, ya en el mismo San Clemente donde quedaban entretanto que el suplicante marchaba arriba y abajo para que sus compañeros tuviesen auxilios, , sobretodo, equivocaciones que padeció con los pueblos, le ha originado la falta de diez mil reales de vellón en su comisión, por lo que se encuentra preso y sumariado.

Si el exponente, Señor, hubiese malversado esta cantidad de otro modo, si no viese expuestos a la indigencia a sus amados hijos y mujer faltando el que suplica y, en fin, si no viese que mas de veintiséis años que sirve a su V. M. defendiendo constantemente sus Sagrados Reinos toda la pasada guerra van a quedar sin el premio debido, sufriría mas resignado la pena que le impone la Ordenanza, pero todo esto le aflige y, por lo mismo, penetrado del magnánimo corazón de su amado Soberano

A V. M. rendidamente

Suplica, no que se le exima del pago de la referida cantidad, si no el que por un rasgo de su generosa piedad se compadezca de la suerte de estos hijos, se digne relevarle del castigo a que pueda ser acreedor, mandando satisfaga su deuda en libertad con el descuento que en el año pasado de 1816 V. M. crea conducente en el concepto de que su hermano Don josé, Secretario de Cámara de la Real Chancillería de Granada le tiene prometido auxiliarle en este caso. Gracia que no dudo en alcanzar del paternal corazón de V. M. cuya vida guarde Dios dilatados años para bien de la Monarquía.

Guadalajara, 9 de Noviembre de 1817

Señor,

A L. R. P. de V. M.

Francº. Sierra



2- Carta del jefe de su Batallón, encargado de verificar los datos aportados en su defensa y los servicios prestados por Francisco Javier en el Ejército.

Señor,

El suplicante tiene efectivos servicios veinte años, cinco meses y cuatro días y de abono, con arreglo a las Reales Órdenes de 20 de Abril y 11 de Junio de 1815, seis años, cuatro meses y dieciocho días, que todos componen veintiséis años, nueve meses y veintidós días; este oficial es cierto que tiene mujer, un hijo y dos hijas de menor edad y que su hermano Don José le ha escrito que le auxiliará, cuya carta me ha manifestado, mas no expresa con que cantidad, y en cuanto a los gastos que dice ha tenido en su comisión lo ignoro y por esta razón no puedo decir si será o no acreedor a la gracia que solicita.
De todos modos V. M. resolverá como siempre lo que fuere de su Real Agrado.

Guadalajara, 10 de Noviembre de 1817

Señor,

José de Torres

3- Dictamen de D. Ramón Pires, Oficial encargado de tramitar la causa de Francisco Javier,

Señor,

Don Francisco Sierra, Teniente Graduado y Subteniente del Batallón de Infantería Ligera de Gerona, solicita en la presente instancia se digne V. M. indultarle de la pena que la Ordenanza previene sufran los Oficiales que quiebran, exponiendo para ello: que con motivo de haber sido comisionado por el Cuerpo en el año pasado de 1816 para cobrar de la Depositaría de Rentas del Partido de San Clemente varias letras a favor, el mismo ha resultado que por los gastos que se le ofrecieron en su comisión, tener que mantener a su mujer y tres hijos, el quedar alcanzado al rendir sus cuentas en diez mil reales vellón, cuya cantidad dice desea se le obligue a pagar y que para ello le tiene ofrecido du hermano Don José, Secretario de Cámara de la Real Chancillería de Granada, auxiliarle en algún tanto.
El Jefe, en su informe, dice es cierto que el interesado se halla casado con tres hijos; que también ha visto la carta que le escribió su hermano, pero que como en ella no le dice la cantidad con que le auxiliará e ignora los gatos que se le ofrecieron durante su comisión, no puede fijar su dictamen en cuanto si es o no acreedor a la gracia que el suplicante pide.
Con fecha de dieciséis de Octubre próximo pasado y de resultado de haberme dado parte el Jefe de la quiebra de ese Oficial e igualmente de la del Teniente D. Bernardo Santos Díaz, dispuse pidiese al Capitán General de la Provincia un castillo y a cambio que se les descontase mensualmente las dos terceras partes de sus sueldos y se les formase a cada uno la correspondiente sumaria sobre el hecho de sus quiebras, todo con sujeción a la Real Orden de cuatro de Junio de 1796, para poder dar cuenta yo en seguida de ello a V. R. M. como en el mismo se previene. Por esta razón no considero de ningún modo acreedor al interesado al indulto que pide, sean cuales fueren las causas que le hubiere ocasionado su quiebra, como también porque en la actualidad mas que nunca se necesita empezar a hacer conocer a los Oficiales la delicadeza con que deben pensar en todos los sentidos, mayormente en aquellos en que el Cuerpo deposita su confianza y que desgraciadamente ha desaparecido por los desórdenes pasados, en el concepto de que si no se consigue en el principio y todas la autoridades no ponen su conato en que vuelva a renacer el pundonor y delicadeza que se conocía en la Milicia, llegará el caso en que los caudales que Vd. Destina al mantenimiento de los Cuerpos del Ejército desaparezcan entre los que deben recaudarlos y distribuirlos.

Sin embargo Usted resolverá lo que fuere de su Soberano Agrado.

Madrid, 18 de Noviembre de 1817

Señor,

Ramón Pires

En fin, pienso que al final debió tener suerte, seguramente pudo pagar la deuda y no fue internado en un castillo. Es bastante probable que tuviera un arresto disciplinario importante y que posteriormente se le expulsara del Ejército, aunque no se le degradó ni perdió sus galones ni medallas, pues a tenor de su hoja de servicios fue licenciado como Teniente aunque la calificación que mereció fue la siguiente:

- Valor: Bueno
- Aplicación: Regular
- Capacidad: Regular
- Conducta: Mala
- Estado: Casado

Vamos que se hicieron pagar en todos los frentes

18/07/17

CORONEL MARTÍN DE MILLA SUAZO

   Era Martín de Milla hijo de una familia de arraigada tradición de servicio al Estado. Llegó el primer de Milla a la ciudad de Orán -el Alférez Martín de Milla- en 1509, formando parte de las tropas que acompañaron al Cardenal Cisneros y a Pedro Navarro cuando se emprendió la conquista de esta plaza, defendiendo, desde entonces, los derechos de España en el norte argelino. Cuatro de sus hermanos murieron en el campo de batalla frente a moros y turcos, así como algunos de sus tíos. Al final, su familia debió abandonar Orán cuando fue asaltada por los moros en 1709. Punto y final a doscientos años de presencia de la familia en Orán, Tremecén y otras localidades del entorno.

El Coronel Martín de Milla Suazo (o Zuazo), nació en la plaza de Orán, recibiendo las aguas bautismales en la iglesia parroquial de esa ciudad el tres de febrero de 1675, siendo hijo de José de Milla Díaz y de Dª. María Suazo Venegas.

Sentó plaza primero como soldado de infantería el veintiuno de abril de 1687, y después de lanza y adarga en la Compañía de caballos de Baltasar de Villalba.

El dieciocho de mayo de 1695 actuó destacadamente en la operación que se llevó a cabo contra el aduar Side Hemedé Buhhmea, donde en la refriega mató a cuchilladas a un moro cabecilla de una partida enemiga, siendo testigo de ello sus compañeros y superiores, siendo felicitado por ello. No salió indemne, pues hubo de sr atendido de las heridas que recibió, alguna de consideración.

El siguiente dos de mayo de 1697, en el lugar denominado Mazarquín, como a doce kilómetros de Orán, consiguió cercar a una partida de moros, logrando apresar a uno de los cabecillas, el cual pertenecía a la tribu de Ulat Talax, vasallos de Muley Ismail, conocido como Rey del Poniente, lo que hoy es el norte de Marruecos, y conocido por sus tiranías.

En septiembre de 1697, pasó a Capitán de Granaderos en el Regimiento de Milicias Arregladas más antiguo de Málaga, siendo Coronel del Regimiento Cristóbal Velázquez Gaztelu.

Puerta de España en la alcazaba de Orán.

Desde Málaga, llevó a cabo la petición que le hizo la ciudad de Orán de que se le suministrasen embarcaciones con bastimentos, dado que la plaza estaba sometida a sitio por parte de los moros, haciéndolo de forma correcta y satisfactoria, recibiendo las gracias por parte del Gobernador y Capitán general de la plaza oraní, Carlos Garafa (o Garrafa), en carta de cinco de febrero de 1706.

Tras un tiempo y en el mismo Regimiento, en diciembre de 1706, obtuvo el empleo de Teniente Coronel, siendo Coronel Lope de Mendieta.

Por despacho de veintiuno de enero de 1720, en vista de la prudencia y acierto con que repetidamente había llevado a cabo cuantas comisiones militares y/o políticas le habían sido encomendadas, Carlos Garafa, ahora Capitán General de la Costa del Reino de Granada, le mandó a las localidades de Marbella y Estepona para que investigara acerca de individuos que habían cometido infidencia, manteniendo trato ilegal y proveyendo comercio a la plaza de Gibraltar. Tras las pesquisas llevadas a cabo, averiguó de que individuos se trataba, el doce de febrero de ese año de 1720 envió las diligencias y otros trámites sobre el asunto a la Escribanía de la Guerra de aquella Capitanía General y tras solucionar ese asunto, el Capitán General cerró el caso volviendo Martín a sus quehaceres.

Tras desempeñar su empleo de Teniente Coronel, es promovido al de Coronel, en el mismo Regimiento, obteniendo su patente el veintiocho de diciembre de 1723, empleo que a finales de noviembre de 1733 aun tenía y de mismo Regimiento.

En esta plaza de Málaga cumplió puntualmente con su obligación, manteniendo rigurosamente las guardias diarias, los destacamentos para los castillos de la ciudad, apoyando a las acciones que llevara la Armada en esa costa y oponiéndose a los desembarcos enemigos se intentaran llevar a cabo, sobre todo de piratas berberiscos.

El veintiuno de enero de 1699, contrajo matrimonio con Dª. Isabel Saura Mondragón, en la iglesia parroquial de San Juan. Tuvieron dos hijos, José y Josefa.

En el año de 1715, junto con su hermano Salvador, tomaron posesión del Patronato de la Capilla de San Vicente Ferrer de Santo Domingo, de Málaga, que existía frente al púlpito al lado de la epístola.

En ella se le concedió abrir dos sepulturas para sí y sus descendientes. Como condición, todos los años deberían celebrar una misa cantada, así como que en breve plazo deberían dorar el retablo, cuidando de los reparos necesarios, excepto los del arco toral. Se les autorizó a poner escudo. Entregaron en el acto de la posesión cien ducados. Esa capilla hoy ya no existe.

En 1716 es recibido por Caballero de la Orden de Santiago.

Soldado Español

Málaga - 2017

LUIS EYTIER BENITEZ. UN LAUREADO EN VIDA.

Luís Eytier Benítez nació en Lorca el día 23 de Mayo de 1864, recibiendo la agua del Bautismo en la iglesia parroquial de San Mateo. Al pare...