15/08/21

MARISCAL SANTIAGO LIRIO BURGOA. 1814-1899.

Vino al mundo el primero de Mayo del año de 1814, en Fuentecilla de Abajo, provincia de Valladolid, hijo de una familia acomodada y muy tradicionalista.

Se hallaba estudiando en la Universidad de Valladolid, cuando falleció el tirano Fernando VII y al conocer el levantamiento de los partidarios de Carlos María Isidro de Borbón en Castilla contra la legítima soberana de España a cuyo frente se había puesto Jerónimo Merino Cob, el famoso Cura Merino terror de los franceses cuando la Guerra de la Independencia, el veintidós de octubre de 1833 se unió al batallón que se había formado en Peñafiel, en el que militaba su padre y del cual era uno de los oficiales, incorporándose a las fuerzas del Pretendiente en La Rioja el siguiente once de noviembre.

Tras diversos sucesos, esa fuerza de voluntarios se disolvió y ante la perspectiva de ser capturados por las tropas liberales el veinticuatro de diciembre emigró a Portugal junto a Merino y otros diecinueve oficiales más.

Dos meses y medio después, el tres de marzo de 1834, dos escuadrones de carlistas que se habían formado en Portugal y a las órdenes de Merino, entran en España, entre cuyas filas se hallaba nuestro hombre y avanzan hacia el interior de la Península, operando preferentemente por las provincias de Burgos y Soria, enfrentándose en repetidas veces con los cristinos, sufriendo los rigores del clima continental de la Meseta, la escasez de avituallamientos y el acoso constante de las tropas liberales, sonriéndoles a veces la fortuna y otras sufriendo amargamente los embates de la derrota.

El veintiséis de Setiembre de 1835 y en cumplimiento de la orden recibida, pasó este ejército rebelde a las Provincias Vascongadas y a Navarra, donde continuaron de campaña hasta 1836, cuando la famosa expedición de Gómez. En ella estuvo nuestro D. Santiago como ayudante del brigadier Villalobos, y, muerto éste en Córdoba, pasó como ayudante del general en jefe al cuartel general.

Poco tiempo después, el coronel Alcántara y Santiago Lirio fueron enviados como parlamentarios a la localidad jiennense de Alcalá la Real, donde se hallaba la división cristina de Alaix, siendo recibidos por éste en el primer momento como correspondía, pero alguna razón que desconozco, fueron entregados a la milicia nacional del pueblo, en calidad de detenidos por espías, siendo trasladados a Granada y encerrados en la torre del homenaje de la Alhambra, permaneciendo en prisión dos meses y medio, al cabo de los cuales fueron trasladados a Cádiz, donde fueron embarcados en un bergantí mercante británico escoltado por un barco de guerra de esa nación, con rumbo a Santander, donde fueron puestos en libertad mediante un canje de prisioneros celebrado en Vitoria.

El treinta y uno de agosto de 1839 y como comprendido en las Reales órdenes emanadas del Consejo de Vergara, queda incorporado en el ejército nacional, en el mismo arma en que servía en el ejército carlista y destinado en clase de supernumerario al regimiento de Húsares de la Princesa por Real orden de siete de noviembre de ese año.

Al año siguiente, estuvo con su regimiento participando de las operaciones llevadas a cabo contra Segura, Morella y Verga, plazas que fueron tomadas al enemigo, distinguiéndose concretamente en la última, que por sus acciones fue ascendido a comandante de escuadrón el cuatro de julio de 1840.

Los años de 1841 y 1842 los pasa prestando el servicio de su clase, hasta que por Real orden de nueve de agosto de 1843 le fue revalidado su empleo de capitán y por otra Real orden de veintiuno del mismo mes es destinado como capitán primero del primer escuadrón del recién creado regimiento de Talavera 1º de cazadores a caballo, pues el de Húsares de la Princesa quedó extinguido y donde permaneció por espacio de cinco meses, al cabo de los cuales quedó de reemplazo.

El treinta y uno de enero de 1844 es dado de baja en este último regimiento por ascenso a comandante, quedando en situación de reemplazo hasta el veintitrés de enero de de ese mismo año, que es nombrado primer comandante del Cuerpo de Carabineros de la Real Haciendo, en Puerto Rico.

El quince de enero de 1845, como primer comandante del resguardo de carabineros de Real Hacienda de Puerto Rico, dirige una instancia con recomendación, solicitando la propiedad de la administración de la aduana de Mayagüez, que sirve como administrador interino por nombramiento de la Intendencia, mediante la separación de Segundo Correa, que la servía, fundando su petición en los buenos y acreditados servicios prestados. Esta petición estaba apoyada por el Intendente, quien afirmaba que Lirio había tenido hasta la presente una conducta ejemplar y había cumplido con sus servicios con exactitud y competencia, siendo apreciado por el comercio de ese partido.

Había ejercido la Inspección de Loterías, del Hospital Militar de Mayagüez y últimamente la aduana de Naguabo. No se le concede. Marzo de 1846.

En marzo de 1854 y debido a padecer hepatitis crónica y otras dolencias derivadas del clima, solicita licencia para pasar a la Península a reponerse, concediéndosele la licencia en mayo de ese año, pero en septiembre y debido a que los rigores del verano mesetario no le beneficiaron, solicitó una prórroga de seis meses más, para que el seco invierno le beneficiara, lo que le fue concedido.

 El quince de febrero de 1855, solicitó una licencia para poder pasar a Montpellier con su mujer, María Vellier, a realizar una cura para esta, pues estaba enferma, obteniéndola el siguiente seis de abril y por un periodo de cuatro meses. Pero, desde luego, era evidente que la razón última de su marcha a esa ciudad francesa era porque desde ella carlistas y republicanos preparaban sendos levantamientos contra la monarquía isabelina.

Así pues, era evidente que nunca dejó de estar en contacto con su causa y durante sus años en Puerto Rico mantuvo constante comunicación con el llamado Carlos VI y con la oficialidad que formaba su ejército y así, en el año de 1860, participó en la conspiración montelinista, cuando el famoso desembarco de Carlos VII en la Rápita, situación que le puso en gran aprieto y en la tesitura de perder incluso la vida.

El diez de enero de 1862 volvería nuevamente a solicitar licencia para pasar al extranjero y poder permanecer allí durante un año, con el argumento "de ocuparse de asuntos propios y de utilidad general"

En 1867 fue elegido diputado a Cortes por la provincia de Valladolid y candidato durante el Sexenio Revolucionario por Valladolid en las elecciones constituyentes de 1869 y por Peñafiel en 1871, aunque no consiguió ser reelegido.

No obstante esto, el catorce de octubre de 1868 ya se encuentra en París, a las órdenes del llamado Carlos VII, sirviéndole como ayudante de campo y consejero, ejerciendo estos cargos hasta 1871, que pasa a las filas del ejército carlista con el empleo de teniente coronel de caballería, siendo encuadrado en la partida del cabecilla Juan Manuel Martín de Balmaseda, hombre cruel y destructivo.

Se halló en las acciones de Montejurra y Velabieta, donde actuó como subsecretario de la guerra. Tras ser nombrado comandante de la División de Castilla, recorrió en campaña militar junto al general Torcuato Mendiry la provincia de Santander, causando graves daños al país y sus habitantes, aunque logró que muchos de estos se adhirieran a la causa del Pretendiente.

Con el paso del tiempo, alcanzó en la corte del llamado Carlos VII el empleo de mariscal de campo y tras todos esos hechos abandonó la vida militar, falleciendo en Madrid el diecinueve de mayo de 1899.

Como ya se ha dicho, estuvo casado con María Vallier, con quien tuvo dos hijos.

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Málaga - 2021

13/08/21

TENIENTE CORONEL MANUEL DE LANCHAS GIL

    Natural de la ciudad de Madrid, donde nació el año de 1789. Malagueño de adopción.

   Ingresó el veintinueve de agosto de 1807 en el regimiento de infantería de Saboya, en clase de cadete, donde se inició en el ejercicio de las armas y del mando, no tardando demasiado tiempo en entrar en contacto con la guerra.

   Efectivamente, tras el grito de guerra lanzado por los alcaldes de Móstoles, pasó Manuel a ser movilizado junto con el resto de su regimiento y así, veintidós de noviembre de ese año se halló batiéndose el cobre frenta a la canalla francesa en las acciones de Catarroso y de Tudela, donde fue herido en el brazo izquierdo.

   Tras esto se halló en el sitio y defensa de la plaza de Zaragoza hasta la rendición de esta el veinticuatro de febrero de 1809, quedando prisionero de los franceses, logrando durante su traslado fugarse, consiguiendo sortear las líneas enemigas e incorporarse al cuartel general español en La Carolina, donde tras presentar su informe y comprobarse su veracidad, se le concedió el escudo de honor.

   Se halló, una vez incorporado a su nuevo destino, en la acción de Alcabón y en la Batalla de Talavera, los días veintisiete y veintiocho de julio de ese mismo año, donde por sus méritos se le premió con una cruz de honor, volviendo de inmediato al frente y hallándose en la defensa y retirada del Puente del Arzobispo del seis y siete de agosto, siendo ascendido a teniente el siguiente ocho de septiembre.

   El año de 1811 es bastante intenso en su vida, pues se halló en multitud de acciones, de entre las que destacaremos la acción del Castillo e las Guardas, Trigueros, Huelva, Castillejos, Fregenal de la Sierra, Jerez de los Caballeros y Batalla de la Albuera en mayo, donde fue declarado Benemérito de la Patria y recibió el grado de capitán. Una vez acabado el combate de la Albuera, salió con una columna volante en persecución del enemigo

   Así mismo, ese año se halló enfrentándose al enemigo en Montoro, en la retirada de Zafra y de Portugal y en la acción de Serro, tras lo cual quedó con una guerrilla en Ayamonte protegiendo el embarque de la 3ª división, que se dirigía al Campo de Gibraltar, pasando después el y hallándose en la acción de Jimena de la Frontera del diecinueve de septiembre de 1811.

   Continúa su trepidante año de 1811 seis días después de lo anterior, pues el veinticinco sale al frente de una columna de doscientos hombres del batallón de Barbastro, al que había sido destinado, a la Hoya de Málaga, y con el que se halló en la acción de Yunquera y tras varios servicios más, pasó de nuevo al Campo de Gibraltar, donde se le destinó a la instrucción y organización del Batallón de la Sierra.

   El seis de diciembre de este año asciende a capitán 2º.

   Vuelto a Málaga, continúa de operaciones y así, 1812 le ve combatiendo al francés en Alcaucín y Sedella, Yunquera, Álora, El Burgo, Ardales, Montefrío, en los Dientes de la Vieja y otros puntos. Durante esta época fue cuando debió conocer a la que sería su mujer Micaela Triviño, natural de la localidad serrana malagueña de Yunquera.

   No tengo la fecha, pero en este año de 1812, fue comisionado por el coronel Antonio de Solá para ocupar el pueblo de Alhama (supongo que de Granada) para conseguir grano y víveres para el ejército.

   El diecisiete de septiembre asciende a capitán 1º.

   La siguiente noticia nos lo sitúa formando parte de la expedición que hizo el tercer ejército a Francia entre el trece de abril y el tres de mayo de 1814, siendo nombrado comandante de la columna de cazadores de la 1ª división, compuesta por seis compañías, tras a cual regresó a España, quedando acantonado en Guipúzcoa, pasando en 1815 al batallón ligero 1º de Cataluña.

   El treinta de mayo de este año es graduado de teniente coronel y entre el trece de septiembre de este año y el veintinueve de enero de 1816, estuvo desempañando la función de fiscal, realizándolo a completa satisfacción de la Superioridad, obteniendo el diploma que le permitía usar la cruz concedida a los defensores de Zaragoza y la cruz de la Batalla de la Albuera.

   Tras estos sucesos y por razones de índole política, emigra de España, no volviendo hasta 1820 y a su vuelta causa baja en el Ejército, obteniendo destino en la Contaduría del crédito público de la ciudad de Málaga, con el empleo de Oficial primero y un sueldo de diez mil reales, permaneciendo en dicho puesto hasta el cuatro de octubre de 1822, que pasa a ocupar plaza de comisionado principal y en atención a su adhesión a la Constitución y a la independencia nacional, el trece de julio de 1823 recibe el nombramiento de Jefe político de la provincia de Málaga, jurando y tomando posesión de él el siguiente ocho de agosto, aunque duró poco en el puesto, pues tras la toma de Málaga por las tropas absolutistas, el primero de octubre cesa en el empleo, debido a sus ideas liberales y a su colaboración como redactor con la revista El Constitucional desde que esta empezó a publicarse en 1822, debiendo exiliarse nuevamente, siéndole embargados sus bienes.

   Tras su vuelta del exilio a la muerte del tirano y la publicación de la amnistía,, se le devuelven sus bienes y el seis de diciembre de 1834 obtiene plaza de comandante 1º de carabineros de la Real Haciendo de Málaga, compatibilizándolo desde abril del año siguiente con el cargo de Gobernador civil de la provincia.

   Con este último cargo, se enfrentó al problema del contrabando con Gibraltar, a los sucesos revoltosos que se sucedieron en Málaga el veintitrés de agosto de 1835, cuando se proclamó la Cosntitución, a la que se adhirió, y a las incursiones de las partidas carlistas. Así mismo, formó parte en agosto de 1835 la junta de gobierno provisional que intentó traer a escena la Constitución de 1812. Poco después cesa en el cargo de gobernador.

   Después de esto y como comandante general de la Milicia Nacional, en 1836 se opuso a las incursiones carlistas que se producían desde la Serranía de Ronda y pueblos comarcanos. También tuvo enfrentamientos con la Junta de Comercio de Málaga, arrestando a algunos de sus miembros por la negativa de la Junta a conceder recursos para la Milicia Nacional.

   En julio de 1836, se vio envuelto en las diligencias que se practicaron contra Juan Antonio Escalante y Carlos Barrilaro por el asesinato de los gobernadores civiles y militares de la provincia conde de Donadío y general Sant Just respectivamente, pues había sido acusado por Barrilaro de haber de haber sido uno de los instigadores de dichos asesinatos.

   En 1836 y 1837 fue elegido Procurador por sufragio censitario por la provincia de Málaga en las Cortes. interviniendo en la tribuna en tres ocasiones: una para justificar que poseía una renta superior a los doce mil reales; otra para preguntar a l Gobierno sobre unos fondos recibidos desde Londres para afrontar la guerra contra los carlistas; otra, por último, para justificar la detención de los miembros de la Junta de Comercio de Málaga el año anterior.

   Tras acabar la legislatura de 1837, abandonó la vida pública y se dedicó a la administración de su patrimonio, el cual se componía de varias casas y fincas, las cuales había adquirido entre 1820 y 1823, pues concurrió a subastas de bienes públicos desamortizados, haciéndose con la propiedad de siete fincas urbanas en Málaga y dos cortijos, también en Málaga, que pertenecieron al convento de los Carmelitas Descalzos. En 1841, compró a Rafael Mitjana una hacienda llamada San Juan Nepomuceno, también en el término municipal de Málaga.

   Falleció en Málaga en 1847.

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TENIENTE DE CARABINEROS JUN MANUEL CARRANZA TEROL

    Nació en la localidad balear de Andraxt, el diecinueve de enero de 1802, hijo del brigadier de la Armada Juan de Carranza Vivero y de Vicenta Terol Rodríguez, aunque era hijo bastardo, pues Juan y Vicenta no estaban casados. No obstante esto, sus descendientes parece ser que falsearon datos para obtener la sucesión en el título nobiliario de marqués de Soto Hermoso.

   Tiene su ingreso en el ejército el nueve de marzo de 1819, en clase de soldado y en batallón de Gerona, 5º de ligeros, donde permaneció por espacio de cuatro meses y veintidós días, realizando la instrucción e iniciándose en el arte de la milicia.

   El siguiente primero de agosto es destinado al regimiento de infantería de Asturias, donde ocupa plaza de cabo segundo de la segunda escuadra de la tercera compañía del primer batallón, empleo que ejerce hasta el siguiente primero de octubre, que asciende a cabo primero, pero de la primera escuadra.

   El seis de marzo de 1820 asistió al pronunciamiento por la patria de Santa Cruz de Mudela, pasando luego en mayo a Aragón por causa de los sucesos habidos en Zaragoza. Antes, el nueve de marzo de 1820, recibe su nombramiento como sargento segundo de la cuarta compañía del primer batallón, y con este empleo concurrió a las acciones de Horta del veintiuno de noviembre de 1822, a todo el sitio de Mequinenza, desde el veintiuno de diciembre hasta trece de abril del siguiente año de 1823 y por su valor y dotes de mando, obtiene ascenso a sargento primero en la primera compañía del primer batallón el dieciocho de enero de este 1823.

   No obstante hallarse en el sitio a Mequinenza, fue enviado a realizar acciones puntuales en Balcón y la Granja del diez y el veintitrés de enero y en la expedición al Puerto de Plan y San Juan y derrota del cabecilla Adán Trujillo el diecisite de marzo.

   Luego se halló en desalojo de Alcira el dieciséis de mayo, sitio de Murviedo, retirada a Granada, en la expedición a Cazorla del treinta de junio; acción del Campillo del veintiocho de julio, donde recibió dos heridas de bastante gravedad, una en la cabeza y otra en el muslo derecho, aunque rehusó retirarse y continuó de campaña, hallándose en los sucesos protagonizados por el general Riego cuando este atacó los cantones andaluces en octubre del 1823, siguiendo siempre la bandera de su batallón, hasta el siguiente quince de noviembre, que tras la victoria absolutista su regimiento fue disuelto el no fue licenciado, por haber dispuesto el capitán general de Castilla la Vieja quedase de servicio activo a las órdenes del comandante de armas de Soria, donde permaneció los siguientes diecisiete meses, que pasó a continuar su servicio en el regimiento ligero número 2, aunque aquí permaneció poco tiempo, pues seis meses y nueve días después es trasladado al regimiento de San Fernando, permaneciendo en ese destino hasta que en 1829 es licenciado en el ejército.

   Esto no quiere decir que abandonara el servicio activo, pues el cuatro de octubre de ese año de 1829 fue destinado al cuerpo de Carabineros de Costas y Fronteras, con el empleo de ayudante sargento y con destino en la undécima comandancia (Málaga y Granada), recibiendo el siguiente día diecinueve Real despacho de grado de subteniente de infantería, haciéndose efectivo el empleo el diecisiete de marzo de 1832, pasando el siguiente seis de abril a servir la subtenencia de la segunda compañía de la comandancia especial del cuerpo en Baleares.

   En 1834 se produce la amalgamación de Costas y Fronteras con Hacienda Pública, en el cual ingresa en clase de teniente el primero de enero de 1835, efectuando algunas operaciones de relevancia en la represión del contrabando, recibiendo incluso las gracias en nombre del rey por sus acciones.

   El dieciocho de octubre de 1836 y hallándose en la comandancia de Cádiz, se formó una columna compuesta por individuos de infantería y caballería que serviría de apoyo a la columna de voluntarios que se había creado para oponerse a las incursiones del carlista Gómez, siendo nuestro hombre uno de los que formaban parte de dicha columna, permaneciendo de operaciones hasta el siguiente seis de diciembre, que fue disuelta.

   Por real orden de veintiséis de febrero de 1839, pasa de la provincia de Cádiz a la de Málaga, donde el cuatro de mayo realizó una aprehensión de dieciocho botas y cueros de contrabando en el puerto de Málaga. Siete días después, hizo una aprehensión en dos barcos ingleses: en el místico inglés Fortune, en el que encontró siete bultos de géneros valorados en 13.422 reales, y en el falucho Waterloo, también siete bultos de géneros tasados en más de diecinueve mil reales.

   El seis de junio, en una operación realizada en el malagueño barrio de la Trinidad, se aprehendieron veintiún bultos de géneros valorados en casi setenta y cuatro mil reales. A esta operación, siguió otra el siguiente día veintisiete, cuando fueron decomisadas en el mítico inglés Fortune -si, otra vez- dos botas de quincallería valoradas en cerca de veintiocho mil reales.

   Por todos estos trabajos, por Real orden de diez de julio de ese año de 1839, le fueron dadas las gracias en nombre de Su Majestad "...por la utilidad que con sus servicios reportó a la Hacienda."

   Desde luego, esto no hizo que se relajara en la continuación de su deber, pues ocho días después de haber recibido las gracias, realizó junto a sus hombres una aprehensión de diecisiete bultos de tabaco y sal ocultos entre las rocas que forman el espigón del puerto, en la parte de la Farola. A esto siguió la aprehensión a dos místicos ingleses de quincalla y géneros, al que siguió el veintinueve de octubre lo cogido a un falucho inglés en quincallería y sedas. Tras esto, dos días después fue trasladado a la provincia de Cádiz, donde continuó desempañando con el mayor celo y profesionalidad sus tareas.

   Permaneció en Cádiz hasta final de agosto de 1841, que tras realizar su trabajo con reconocido éxito, regresó a la Málaga, donde ese año y el siguiente, realizó multitud de aprehensiones de contrabando, que por numerosas omito su relación.

   En fin de diciembre de este último año, 1842, quedó cesante como comprendido en el artículo 109 del reglamento del Cuerpo de Carabineros de once de noviembre de 1842, jubilándose el siguiente diecinueve de enero de 1843, siendo efectiva el veintiocho de junio siguiente, con un sueldo anual de nueve mil reales.

   No hay constancia de que durante el desempeño de sus funciones perdiera a ninguno de los hombres a su mando.

   Contrajo matrimonio con Anastasia de Echevarría y Mahiz, natural de Álava.

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Málaga - 2021

CAPITÁN DE INFANTERÍA ESPAÑOLA DIEGO PIZARRO.

   Hola, buenos días.

   Hoy traemos a estas páginas y de forma breve, la vida militar de uno de tantos españoles que se alistaron para servir al rey e iniciar una carrera que le permitiera no solo vivir de ella, sino que también poder ascender en la escala social por medio del ejercicio de las armas.

   Traemos a un tal Diego Pizarro, uno de los muchos que en esa época llevaron esos nombres, del cual desconocemos su segundo apellido y su lugar de origen, pero que sirve muy bien como ejemplo del soldado tipo español. Tan solo podemos aventurar una fecha aproximada para su  nacimiento: en torno a 1618.

   Tuvo su ingreso ingreso en el ejército el veinticuatro de abril de 1638, pasando a formar parte de la compañía de hombres de armas de las Guardias Viejas de Castilla del capitán don Fadrique Henríquez, en el ejército de Cataluña.

   Se halló en el sitio y recuperación del castillo de Salsas (Salces), en Rosellón, entre el diecinueve de sep­tiembre de 1639 y el seis de enero de 1640. En el reencuentro que se tuvo sobre Canete y en la quema del lugar de Rocaforte, en Francia.

   Tras estos hechos, se halló en la entrada que hizo del marqués de Mortara hasta las murallas de Narbona y posterior quema de las torres de Francia y al incorporarse nuestra caballería e infantería del mando del marqués de Torrecuso para meter el socorro de Perpiñán, donde se halló durante el sitio y peleó con mucho valor, haciendo diferentes salidas.

   Por el valor, bizarría y decisión en la acción, hallándose desmontado fue agregado en la infantería, en el tercio de don Diego Caballero, quien le nombró por cabo de la gente de una compañía, para que acudiese a los puestos más necesarios y de peligro, defendiendo con denuedo y gran competencia cuantos cometidos le fueron encargados con mucho valor.

   Tras ser rendida la plaza de Perpiñán, pasó a Rosas con el dicho don Diego Caballero y por sus méritos le solicitó ser estandarte de compañía de caballos corazas y en una ocasión de las que se ofrecieron con la caballería del enemigo, le mataron el caballo y fue prisionero con dos heridas peligrosas y estado sitiada Rosas se halló dentro de guarnición y en dicha salida que se hizo de la plaza, peleando fue herido del enemigo en la mano derecha.

   Posteriormente, se halló en el socorro de Tarragona (1641), sitio de Argelés del ocho de enero de 1642 y Ribas Altas, rompimiento del cuartel de ¿Pla? y otros puntos.

   Una vez terminadas as operaciones en Cataluña y Rosellón, fue destinado al ejército de Extremadura, donde se halló en el sitio y toma de la plaza de Olivenza (1643) y la noche que se ganaron los fortines fue él el capitán que llevó la vanguardia y el primero que embistió arrimando una escala por la cual subió peleando con señalado valor.

   Hallose posteriormente en el sitio y toma del castillo de Morón y de guarnición en esta plaza cuando el enemigo la tuvo sitiada; toma de los castillos de Villabui, Barbacena y Santa Olalla (1645) Así mismo, estuvo en el sitio de la plaza de Yelves, y el día que el enemigo introdujo el socorro.


Castillo de Barbacena

   Peleó en defensa de ¿? con mucho valor, habiendo salido herido de un arcabuzazo en el pecho, aunque gracias a su fortaleza y a la suerte pudo recuperarse. 

   No tenemos más noticias de su vida militar, tan solo que para el primero de mayo de 1662 continuaba prestado su servicio en el ejército de Extremadura como capitán de infantería española, en una de las compañías del tercio que mandaba el general de la artillería Simón de Castañiza. Debía rondar los cuarenta y cuatro años de edad.

   O bien a causa de la herida en el pecho debió estar dado de baja durante bastante tiempo, pues no parece que se hallara en las operaciones militares posteriores, como el auxilio y la defensa de Badajoz de 1658 o bien fue destinado a prestar sus servicios en otra parte del ejército de Extremadura.

Soldado Español

Málaga - 2021   

LUIS EYTIER BENITEZ. UN LAUREADO EN VIDA.

Luís Eytier Benítez nació en Lorca el día 23 de Mayo de 1864, recibiendo la agua del Bautismo en la iglesia parroquial de San Mateo. Al pare...