Natural de la ciudad de Madrid, donde nació el año de 1789. Malagueño de adopción.
Ingresó el veintinueve de agosto de 1807 en
el regimiento de infantería de Saboya, en clase de cadete, donde se inició en
el ejercicio de las armas y del mando, no tardando demasiado tiempo en entrar
en contacto con la guerra.
Efectivamente, tras el grito de guerra
lanzado por los alcaldes de Móstoles, pasó Manuel a ser movilizado junto con el
resto de su regimiento y así, veintidós de noviembre de ese año se halló
batiéndose el cobre frenta a la canalla francesa en las acciones de Catarroso y
de Tudela, donde fue herido en el brazo izquierdo.
Tras esto se halló en el sitio y defensa de
la plaza de Zaragoza hasta la rendición de esta el veinticuatro de febrero de
1809, quedando prisionero de los franceses, logrando durante su traslado
fugarse, consiguiendo sortear las líneas enemigas e incorporarse al cuartel
general español en La Carolina, donde tras presentar su informe y comprobarse
su veracidad, se le concedió el escudo de honor.
Se halló, una vez incorporado a su nuevo destino, en la acción de Alcabón y en la Batalla de Talavera, los días veintisiete y veintiocho de julio de ese mismo año, donde por sus méritos se le premió con una cruz de honor, volviendo de inmediato al frente y hallándose en la defensa y retirada del Puente del Arzobispo del seis y siete de agosto, siendo ascendido a teniente el siguiente ocho de septiembre.
El año de 1811 es bastante intenso en su
vida, pues se halló en multitud de acciones, de entre las que destacaremos la
acción del Castillo e las Guardas, Trigueros, Huelva, Castillejos, Fregenal de
la Sierra, Jerez de los Caballeros y Batalla de la Albuera en mayo, donde fue
declarado Benemérito de la Patria y recibió el grado de capitán. Una vez
acabado el combate de la Albuera, salió con una columna volante en persecución
del enemigo
Así mismo, ese año se halló enfrentándose al
enemigo en Montoro, en la retirada de Zafra y de Portugal y en la acción de
Serro, tras lo cual quedó con una guerrilla en Ayamonte protegiendo el embarque
de la 3ª división, que se dirigía al Campo de Gibraltar, pasando después el y
hallándose en la acción de Jimena de la Frontera del diecinueve de septiembre de
1811.
Continúa su trepidante año de 1811 seis días
después de lo anterior, pues el veinticinco sale al frente de una columna de
doscientos hombres del batallón de Barbastro, al que había sido destinado, a la
Hoya de Málaga, y con el que se halló en la acción de Yunquera y tras varios
servicios más, pasó de nuevo al Campo de Gibraltar, donde se le destinó a la
instrucción y organización del Batallón de la Sierra.
El seis de diciembre de este año asciende a
capitán 2º.
Vuelto a Málaga, continúa de operaciones y
así, 1812 le ve combatiendo al francés en Alcaucín y Sedella, Yunquera, Álora,
El Burgo, Ardales, Montefrío, en los Dientes de la Vieja y otros puntos.
Durante esta época fue cuando debió conocer a la que sería su mujer Micaela
Triviño, natural de la localidad serrana malagueña de Yunquera.
No tengo la fecha, pero en este año de 1812,
fue comisionado por el coronel Antonio de Solá para ocupar el pueblo de Alhama
(supongo que de Granada) para conseguir grano y víveres para el ejército.
El diecisiete de septiembre asciende a
capitán 1º.
La siguiente noticia nos lo sitúa formando
parte de la expedición que hizo el tercer ejército a Francia entre el trece de
abril y el tres de mayo de 1814, siendo nombrado comandante de la columna de
cazadores de la 1ª división, compuesta por seis compañías, tras a cual regresó
a España, quedando acantonado en Guipúzcoa, pasando en 1815 al batallón ligero
1º de Cataluña.
El treinta de mayo de este año es graduado
de teniente coronel y entre el trece de septiembre de este año y el veintinueve
de enero de 1816, estuvo desempañando la función de fiscal, realizándolo a
completa satisfacción de la Superioridad, obteniendo el diploma que le permitía
usar la cruz concedida a los defensores de Zaragoza y la cruz de la Batalla de
la Albuera.
Tras estos sucesos y por razones de índole
política, emigra de España, no volviendo hasta 1820 y a su vuelta causa baja en
el Ejército, obteniendo destino en la Contaduría del crédito público de la
ciudad de Málaga, con el empleo de Oficial primero y un sueldo de diez mil
reales, permaneciendo en dicho puesto hasta el cuatro de octubre de 1822, que
pasa a ocupar plaza de comisionado principal y en atención a su adhesión a la
Constitución y a la independencia nacional, el trece de julio de 1823 recibe el
nombramiento de Jefe político de la provincia de Málaga, jurando y tomando
posesión de él el siguiente ocho de agosto, aunque duró poco en el puesto, pues
tras la toma de Málaga por las tropas absolutistas, el primero de octubre cesa
en el empleo, debido a sus ideas liberales y a su colaboración como redactor
con la revista El Constitucional desde que esta empezó a publicarse en 1822,
debiendo exiliarse nuevamente, siéndole embargados sus bienes.
Tras su vuelta del exilio a la muerte del
tirano y la publicación de la amnistía,, se le devuelven sus bienes y el seis
de diciembre de 1834 obtiene plaza de comandante 1º de carabineros de la Real
Haciendo de Málaga, compatibilizándolo desde abril del año siguiente con el
cargo de Gobernador civil de la provincia.
Con este último cargo, se enfrentó al
problema del contrabando con Gibraltar, a los sucesos revoltosos que se
sucedieron en Málaga el veintitrés de agosto de 1835, cuando se proclamó la
Cosntitución, a la que se adhirió, y a las incursiones de las partidas
carlistas. Así mismo, formó parte en agosto de 1835 la junta de gobierno
provisional que intentó traer a escena la Constitución de 1812. Poco después
cesa en el cargo de gobernador.
Después de esto y como comandante general de
la Milicia Nacional, en 1836 se opuso a las incursiones carlistas que se
producían desde la Serranía de Ronda y pueblos comarcanos. También tuvo
enfrentamientos con la Junta de Comercio de Málaga, arrestando a algunos de sus
miembros por la negativa de la Junta a conceder recursos para la Milicia
Nacional.
En julio de 1836, se vio envuelto en las diligencias que se practicaron contra Juan Antonio Escalante y Carlos Barrilaro por el asesinato de los gobernadores civiles y militares de la provincia conde de Donadío y general Sant Just respectivamente, pues había sido acusado por Barrilaro de haber de haber sido uno de los instigadores de dichos asesinatos.
En 1836 y 1837 fue elegido Procurador por
sufragio censitario por la provincia de Málaga en las Cortes. interviniendo en
la tribuna en tres ocasiones: una para justificar que poseía una renta superior
a los doce mil reales; otra para preguntar a l Gobierno sobre unos fondos
recibidos desde Londres para afrontar la guerra contra los carlistas; otra, por
último, para justificar la detención de los miembros de la Junta de Comercio de
Málaga el año anterior.
Tras acabar la legislatura de 1837, abandonó
la vida pública y se dedicó a la administración de su patrimonio, el cual se
componía de varias casas y fincas, las cuales había adquirido entre 1820 y
1823, pues concurrió a subastas de bienes públicos desamortizados, haciéndose
con la propiedad de siete fincas urbanas en Málaga y dos cortijos, también en
Málaga, que pertenecieron al convento de los Carmelitas Descalzos. En 1841,
compró a Rafael Mitjana una hacienda llamada San Juan Nepomuceno, también en el
término municipal de Málaga.
Falleció en Málaga en 1847.
Soldado Español
Málaga - 2021
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