29/07/20

TENIENTE GENERAL SERAFÍN Mª. DE SOTT Y AB ACH. 1ª PARTE.

   Nació Serafín en Barcelona el 10 de Octubre de 1793, siendo bautizado al día siguiente en la Parroquia de Nuestra Señora del Pino, de Barcelona.

   Lo primero que sabemos de el es que se le concedió, por Real Gracia, entrar como Cadete en las Reales Guardias Españolas el 21 de Abril de 1804, haciéndose efectiva la incorporación el 12 de Octubre de 1805, entrando a servir en el tercer batallón de ese Cuerpo, que se hallaba de guarnición en Barcelona.

   Desde su juventud fue muy aficionado a la observación de los monumentos históricos, haciendo anotaciones de cuantos casos histórico-arqueológicos atrajesen su atención, convirtiéndolo con el correr del tiempo en una pasión que le llevó a escribir numerosas obras sobre diversos temas tanto de índole militar como etnográfica. Llegó a tener una importante colección de piezas arqueológicas.

   Al ocupar los franceses en 1808 la ciudad de Barcelona, se evadió de allí y pasó a ofrecer sus servicios como soldado en la vanguardia del Ejército Nacional en Cataluña. Posteriormente le mandaron, junto a su padre, al Ejército del Centro, quedando en Cuenca a las órdenes del Gobernador, el cual era su padre.

   Fue aquí en Cuenca, e inspirado por su formación cristiana, donde se le despertaron los mas profundos sentimientos humanitarios, los cuales adornaron su persona a lo largo de toda su vida. Este despertar fue como consecuencia de la epidemia que en la ciudad se vivía, debida a las calamidades debidas a la barbarie y tropelías que las hordas francesas cometieron durante la conquista y posterior ocupación de la ciudad. Aquí, se dedicó con
especial solicitud a la atención y cuidado de los muchos enfermos y heridos que en Cuenca había.

   El 16 de Enero de 1809 partió, junto con el Estado Mayor, de Cuenca, dirigiéndose con un corto destacamento y a través de las agrestes sierras, a Valencia, donde estuvo hasta el 8 de Febrero, cuando fue promovido al empleo de Alférez de su Regimiento, siendo destinado  al Ejército que realizaba sus operaciones en La Mancha, siendo también nombrado Ayudante de Campo del Segundo General de la 3ª División.

   Ascendido ya a Segundo Teniente y durante el ataque realizado a la localidad de Aranjuez, se distinguió claramente por su arrojo e intrepidez, despreciando el peligro y en contra de los deseos de su padre, al comunicar órdenes las tropas que mas comprometidas en la acción se hallaban y, así, el 11 de Agosto, en la batalla de Almonacid, se puso decididamente al frente de algunas tropas que en retirada iban para, haciéndoles entender que España les necesitaba y requería, hacerles dar la vuelta y entrar nuevamente en el combate, arrancando de las garras de la canalla francesa un carro de municiones y otro mas de pertrechos de guerra, siendo capaz después, de presentarse con su corto destacamento en perfecto orden y disciplina para ponerse a las órdenes del General Don Gaspar Vigolet en la localidad de Villamanrique, donde éste se hallaba con la 2ª División. Todo esto y según datos fehacientes, parece ser que duró alrededor de veinticuatro horas, durante las cuales permaneció Serafín herido y, sin dar parte de dicha herida, entregó su destacamento a dicho general y solo entonces acudió a la enfermería.

   El 19 de Noviembre, habiendo sido rota por los gabachos la línea en la batalla de Ocaña, fue Serafín firme en el mantenimiento del orden y la disciplina en la segunda línea, pero rota también ésta por la abrumadora superioridad en hombres de la canalla francesa, volvió Serafín a mantener el orden y la disciplina en la segunda línea, hasta que hubo de retirarse con los efectivos que le quedaban al mando a Sierra Morena, donde defendió sus posiciones hasta el 20 de Enero de 1810, cuando la División fue desalojada de la Venta del Marqués y del Fuerte del Rey, retirándose, a través de Granada, hasta Murcia, donde se estaba reorganizando de nuevo el Ejército.

   El 12 de Marzo de ese año es nombrado Primer Teniente de Fusileros y el 13 de Mayo, junto con su Regimiento, se embarca en Cartagena rumbo a Cádiz, para contribuir en el refuerzo de las líneas de defensa de la Isla de León.

   El 16 de Junio partió, adscrito a la División del General Lacy, para tomar parte en la acción de Benadalid, regresando a Cádiz el 31 de Julio, a tiempo para asistir a la defensa de las líneas defensivas de la zona y, así, estuvo en las de la defensa del Arsenal de la Carraca -donde se defendía un puente de barcas- y en la de Chiclana, que se llevó a cabo el 5 de Marzo de 1811.

   El 18 de Febrero de 1812, formando parte su Batallón de la División expedicionaria de Gibraltar al mando del General Ballesteros, salió para realizar daños al enemigo y, así, se halló en las acciones de Arola, donde fue comisionado para recoger heridos, y en la de Campillo.

   El 20 de Junio del referido año es ascendido a Primer Teniente de Cazadores de la Guardia Real, y con motivo de ello hubo de regresar el siguiente 23 a la Isla, donde a la sazón se hallaba su Batallón de nuevo. Dos días después, de madrugada, avanzando con su Compañía, encontró abandonados los puestos enemigos, observando que todos los reductos habían sido minados por la canalla francesa, emprendiendo con la segunda mitad de su Compañía la peligrosa tarea de apagar las mechas e inutilizar las cargas de dichas minas, con la desgracia irreparable de haber perdido un cazador, un valiente español que dio la vida por su Patria, al cual ésta le debe honra. Tras esto, apresó un vehículo de valiosos efectos militares, el cual entregó al General al mando.

   A pesar de encontrarse mal de salud debido a una caída del caballo, se incorporó el 29 de Agosto a la vanguardia del 4ª Ejército, en Jerez de la Frontera, y con el estuvo en las de Padul y Alhendín. El resto del año y primera mitad del 1813, lo pasó en labores de defensa, reconocimiento e intendencia, hasta el 1 de Julio del 13, que asistió con el Ejército de reserva de Andalucía al sitio, asalto y toma de Pancorbo y Fuerte de Santa María, en los días 19 y 20 se distinguió en el bloqueo a Pamplona y, sobre todo, el día 22, cuando se opuso a la salida que la chusma imperial hizo para atacar al Fuerte del Príncipe, desalojando con su Compañía al enemigo, se acercó a la estacada y haciendo caso omiso de la metralla continuó con su fusilería, haciéndoles la vida imposible a los que defendían la muralla y poniéndoselo pero que muy difícil a los artilleros enemigos.

   También se distinguió Serafín en las operaciones que el Ejército del Centro realizó en la línea de Sorarén del 27 al 30 de Junio y de manera especial en la de San Marcial, que acaeció el 31 de Agosto, cuando fue destinado, con la 2ª Compañía de Cazadores a su mando, a llamar la atención de los atrincheramientos enemigos, a los cuales supo atacar con ventaja  y a pesar de estar herido no se retiró del campo hasta que vio a la canalla francesa abandonar sus posiciones, haciéndose dueño del campo.

   El 7 y 8 de Octubre tomó, demostrando ser uno más entre su Batallón, la inmejorable posición del Cerro de la Sangre; después fue nombrado para, junto a doscientos hombres, defender el pueblo de Sara, para hallarse luego en la acción del 13 y en las posteriores de 10 y 11 de Noviembre, donde fueron derrotados los invasores franceses, que abandonaron cobardemente la defensa de las fronteras de su territorio.

   Una vez que la guerra contra la canalla francesa hubo concluido, la división en que servía nuestro hombre se acantonó en Soria, comisionándolo su General para ir a buscar la columna de caballería del General Witingham, que junto con el Ejército de Andalucía se dirigían decididos a apoyar el libre recibimiento del mas nefasto, malo y pernicioso de los Reyes de España, Fernando VII. Encontró Serafín a Witingham en Vallecas y allí le entregó las cartas reservadas que le habían sido confiadas, entrando en Madrid al día siguiente con la Real Familia encabezando la Caballería. Mal día ese para nuestra Patria, mal día ese para los honrados españoles que derramaron su sangre en la defensa de su libertad.

     El 30 de Mayo de 1815, mientras prestaba sus servicios en el 2º Batallón de la Guardia Vieja, obtuvo el grado de Coronel y, sucesivamente, los diplomas de las Cruces concedidas a los Cuerpos de Ejército en que había servido durante la pasada campaña.

   Desde esos días hasta 1820 estuvo nuestro Serafín en Toledo con su Batallón, de guarnición en la plaza y ocupándose en la persecución, captura y ajusticiamiento de los bandidos que pululaban en la región por aquellos entonces. En esta época es cuando contrae matrimonio con su novia, Joaquina Campuzano González, una gaditana hija de una familia de marinos, y para ello pide, como era preceptivo, la Real Licencia mediante carta que escribe al Rey el 11 de Octubre; al día siguiente se remite dicha carta, junto con la instancia documental, al Secretario del Depósito de la Guerra para que éste se la presente al Rey. Toda esta documentación pasa a la Dirección General del Monte Pío Militar, la cual, junto con otra de carácter militar, es remitida a la Contaduría para su examen, devolviéndola esta el día 24 con el parecer de que se debe conceder la Real Licencia y ya, el 30 de Octubre se da el visto bueno por parte del Monte Pío Militar, con lo cual ya se pueden casar, cosa que acontece el 24 de Noviembre de ese mismo año de 1820.

Continúa

Soldado Español
Málaga - 2020

No hay comentarios:

Publicar un comentario

LUIS EYTIER BENITEZ. UN LAUREADO EN VIDA.

Luís Eytier Benítez nació en Lorca el día 23 de Mayo de 1864, recibiendo la agua del Bautismo en la iglesia parroquial de San Mateo. Al pare...