09/04/19

BRIGADIER CARLOS AGUADO.

   Nació Carlos en algún lugar de Andalucía, en el año de 1747, en el seno de una familia hidalga y tras realizar con éxito sus estudios, pasó a formar parte del Cuerpo de la Real Hacienda para empezar su carrera profesional y bien por interés personal en desarrollar su carrera en el Ejército bien por necesidades de la Institución, viéndose que se hacía necesario enviar a algún funcionario para representar a la Hacienda en el Regimiento de Caballería de Santiago, pasó a realizar un curso previo de adaptación al nuevo destino que , como Oficial debería desempeñar, realizando este curso con el empleo de Capitán Graduado, siéndole conferido dicho empleo el veinticinco de Diciembre de 1766.

   Una vez concluido el curso, pasó a formar parte del Regimiento, ocupando plaza como Capitán Agregado en virtud de beneficio que este hizo con la Real Haciendo, siendo inscrito en el registro del Regimiento como tal Capitán Agregado el diecinueve de Febrero de 1767, empleo que estuvo desempeñando hasta el veinticinco de Octubre de 1780, que ocupa plaza de Capitán Reemplazado, no habiendo sido su Escuadrón el elegido en su Regimiento para marchar en 1775 a Argel para la conquista de aquella plaza.


  Escudo del regimiento de Caballería de Santiago
   Los años siguientes, los pasa con su Regimiento primero en Extremadura y luego por orden de dos de Julio de 1776, que es destinado al Ejército de Castilla la Vieja, donde permanece hasta que por otra orden de tres de Abril de 1778 regresa a Extremadura. Durante todo este tiempo y por algunos años estuvo encargado interinamente de la Sargentía Mayor del Regimiento, lo que al decir de sus superiores realizó con la mayor puntualidad y exactitud. De la misma manera que al mando como Capitán de un destacamento de cien hombres se dedicó a la vigilancia en la frontera con Portugal para prevenir el contrabando y la captura de los contrabandistas y represión de la delincuencia y el bandolerismo.

   Esta comisión debió realizarla con la mayor de las precisiones, siendo por ello que en Octubre de 1780 se le confía en mando de una Compañía de Granaderos Desmontados, tras lo que  permanece prestando el servicio de su clase.  

   Por Real Orden de dos de Julio de 1781 pasa parte del Regimiento de su acuartelamiento en Extremadura a formar parte de las tropas que se hallan bloqueando Gibraltar, permaneciendo el en Cáceres, hasta que por una Real Orden de dos de Julio de 1781 pasa a Llerena, donde permaneció de guarnición hasta que en Noviembre de ese año pasa a prestar sus servicios en la plaza de Cartagena primero y en el cantón de Algeciras después, donde en Julio de 1782 pasa al campamento que había junto a Gibraltar que realizaba las operaciones militares con el objeto de recuperar dicha plaza y el peñón, uniéndose a los compañeros de su Regimiento que ya estaban allí desde primeros de Noviembre de 1779. Precisamente es durante estas operaciones militares donde resulta herido gravemente el veintiuno de Septiembre de eses año de 1782, siendo la cosa así:

   El fuego de las líneas y baterías avanzadas españolas se dirigieron durante los días diecisiete, dieciocho y diecinueve de ese mes de Septiembre contra las obras del Monte, el Muelle Viejo y la Plaza enemigos, causándoles bastantes destrozos a la vez que se les impedía la reparación de sus minas.

   Mientras se producía el bombardeo de esas posiciones enemigas, los españoles trabajaban en quitar la arena depositada entre los diversos espaldoncillos de resguardo, en reforzar el parapeto de las trincheras y en abrir y revestir los pozos necesarios que asegurasen el suministro ininterrumpido de agua potable para  las tropas, trabajos que se realizaban mientras los enemigos seguían realizando disparos de cañón y de los ochenta que se contabilizaron ninguno causó daño digno de mención en nuestras posiciones.

   Los enemigos dedicaban, así mismo, sus esfuerzos a despejar de escombros sus baterías -debido al efecto de nuestro fuego- y a tratar de habilitar un par de balandras que estaban hundidas junto a la fragata Brillante.

   La noche del diecinueve algunas de nuestras lanchas cañoneras y bombarderas se posicionaron frente al Muelle Nuevo y el campamento enemigo, pasando, una vez situadas convenientemente, a realizar importante fuego y, según se supo después, con bastante acierto, siendo respondidos tan solo con seis disparos por parte de ellos, que no causaron ningún daño.

   Los siguientes días no hicimos los españoles nada relevante, salvo los disparos artilleros de rigor y reparaciones diversas en nuestro campo con el objetivo de mantenerlo bien defendido. El enemigo, pues tres cuartos de lo mismo: que no pararon de trabajar en sus baterías altas y púlpito, en la del Pastel y algunas otras más, así como en las aberturas y brechas de la muralla del Muelle Viejo, así como a enterrar a sus muertos y procurar cuidados a sus heridos, aparte de tener el contratiempo de volársele en el baluarte de Montagüe un almacén de pólvora.

   Pero aun cuando tenían trabajo de sobra, ello no fue óbice para que continuaran lanzándonos regalitos con la artillería, concretamente cincuenta y seis entre el veinte y el veintitrés, con tan mala fortuna para Carlos que uno de los disparos que los pérfidos realizaron el veintiuno fue a dar en el fuerte de Santa Bárbara y hallándose en ese punto de servicio quiso el azar que una de las piedras que el impacto despidió fue a alcanzarlo de lleno, dejándolo tan mal herido que hubo de ser rápidamente evacuado del lugar y trasladado a un lugar mejor donde se le pudiera atender convenientemente, quedando por tanto fuera de combate, no reincorporándose a la acción, aunque una vez curado volvió a prestar el servicio de su clase en San Roque, lugar donde se hallaba el Regimiento.

   Una vez en la provincia de Sevilla continuó prestando sus servicios como Capitán de Granaderos  Desmontados de Caballería hasta la disolución de esta Unidad el treinta de Abril de 1783, aunque desde el el primero de Enero de ese año con el grado de Teniente Coronel. El veinte de Mayo de 1784, su Regimiento es relevado por el de Montesa, marchando el suyo parte a Carmona parte a Marchena. 


   Escudo del regimiento de Caballería de Montesa

   Durante esta época desempeñó con la mayor profesionalidad la comisión encargada por el Mariscal de Campo Gerónimo Caballero de la Venta relativa a todos los efectos del cuarto Escuadrón reformado, comisión que realizó a entera satisfacción de sus Jefes.

   Como tenía un buen concepto en la opinión de sus Jefes y como por necesidades del servicio se hacía preciso nombrar un nuevo Capitán de Carabineros, es por lo que fue elegido y nombrado para ese puesto el veinticuatro de Agosto de 1788, cargo en el que permaneció hasta que en 1794 es trasladado al Regimiento de Caballería Infante, pero con el empleo efectivo de Teniente Coronel, siendo su Coronel el Brigadier Manuel María Tovar, Comandante el Teniente Coronel graduado Bartolomé de Castro y Sargento Mayor el también Teniente Coronel graduado Antonio Villasanta.


   Escudo del Regimiento de Caballería Infante

   En este nuevo destino pasa a Francia, pues España estaba en guerra con la Convención y así, junto con  su Regimiento, se halla en los encuentros sostenidos con el enemigo en Pons de Molins el siete de Junio, en Masarrac el dos de Julio y tras algunos otros encuentros, el diecisiete y el veinte de Noviembre se las ven de nuevo en Monroig.

   El año de 1795 se halla el regimiento al completo en la reconquista de la Cerdaña y en las acciones habidas en Bellvert, dadas ambas los días veintiuno, veintiséis y veintisiete de Julio.     

   No permaneció en este Regimiento mas tiempo, pues dadas sus excelentes cualidades y dotes militares es por lo que al año siguiente considera el Estado Mayor que es la persona adecuada para mandar el Regimiento de Caballería de Borbón y, así, en 1795 es ascendido a Coronel y con mando efectivo en dicho Regimiento, siendo su Teniente Coronel el Coronel graduado José Ortiz, su Comandante el Coronel graduado Alonso de Terán y su Sargento Mayor el también Coronel graduado Manuel de Rivera. El uniforme de este Regimiento era: casaca y capa azul, chupa y calzón anteado y vuelta, collarín y solapa encarnados. El botón, blanco. 


   Escudo regimiento de Caballería Borbón

        En 1803 aun sigue de Coronel de su regimiento. Al día de hoy ignoramos más sobre su vida.

   Su puesto como Coronel del Regimiento de Caballería de Borbón pasó a ser ocupado por el vizconde de Zolina. 

   NOTA: Los escudos de Montesa, Infante y Borbón han sido tomados de la página en internet: 

http://miniaturasmilitaresalfonscanovas.blogspot.com.es/

   También se pueden encontrar en la obra Historia Orgánica de las Armas de Infantería y Caballería Españolas, del Teniente General de Infantería Serafín de Sotto y ab Ach, III conde de Clonard y V marqués de la Granada.

Soldado Español
Málaga - 2019

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