No he logrado averiguar su lugar de nacimiento ni la fecha, pero me aventuro a decir que pudo haber nacido en torno al año de 1643-1645 y en Larache, pues tuvo una hermana que nació en esa plaza y su padre, el sargento mayor Diego López Gallardo, sirvió en Larache y San Miguel de Ultramar, muriendo en esta última plaza con el empleo de gobernador de ella. Su madre era Francisca de Paula Mesía Bazán y Salas.
Ingresó en el ejército en clase
de soldado el nueve de enero de 1661, con destino al presidio de San Miguel de
Ultramar (La Mamora) (1), donde estuvo
realizando el servicio de su clase, hallándose en los asedios que la plaza
sufrió por parte de las tropas de Muley Ismail, sultán de Marruecos, los años
de 1668, 1671, 1675 y 1678, ascendiendo, por sus meritos a las plazas de
alférez, ayudante y capitán
Durante estos años realizó diferentes
misiones, como por ejemplo la que llevó a cabo mandando una embarcación con
ocho soldados y algunos trabajadores a por leña, de la que la plaza andaba
escasa. Una vez en tierra y comenzado el trabajo, fueron acometidos por una
fuerza mora compuesta por unos cincuenta soldados de a caballo, a los que
mantuvo a raya con su escasa tropa mientras los trabajadores se hacían con la
leña, logrando completar el trabajo y regresar a la plaza sin perder ningún
soldado.
Por fin, la presión constante de
los moros sobre la plaza se hizo insoportable y tras un tenaz asedio en el que
la carencia de agua se hizo insoportable, los ciento sesenta españoles que la
defendían no tuvieron más remedio que rendirse el treinta de abril de 1681,
siendo hechos prisioneros y cautivos fueron enviados a las cárceles de Mequinez.
San Miguel de Ultramar o La Mámora |
Así pues, Antonio López Gallardo
y sus hombres iniciaron un penoso calvario como cautivos de los moros, que en
el caso de Antoni lo fue por espacio de dieciocho años y tres meses, hasta el
veintidós de julio de 1799 que salió en libertad y como compensación a sus
buenos servicios y al cautiverio sufrido, se le confirió el gobierno y alcaldía
del presidio del Peñón de Vélez de la Gomera, tomando posesión de él el treinta
y uno de agosto de 1700.
Hay que decir que Antonio, por
la razón que fuera, le "cayó
bien" a Muley Ismail . Tan bien le cayó, que le comisionó por su
embajador ante Luis XIV y tan bien realizó las gestiones que le encomendó, que
le premió con la libertad y con la de su familia y hasta cuarenta prisioneros
más, los cuales entraron en Ceuta el primero de julio de 1699. Bien es cierto
que pudo realizar las gestiones porque su familia estaba presa del sultán y,
además, a su pasó a Madrid buscó ayuda
para poder rescatar a su familia, lo que al parecer pudo conseguir, también, a
través de la intermediación de los padres franciscanos.
Tras
esto, pasó a hacerse cargo del gobierno del Peñón de Vélez de la Gomera. Esto
irritó muchísimo al sultán Muley Ismael, pues resulta que durante el cautiverio
en Mequinez de Antonio, Muley le había tomado afecto y le había tratad con
benevolencia, de modo que al ser liberado y hacerse cargo del gobierno del
Peñón, se sintió traicionado por el español, pues pensaba que la caballerosidad
de este más el trato recibido le impedirían ponerse al mando de gente que le
hacían la guerra a los moros. Así pues, dio órdenes a sus oficiales de que por
el medio que fuera se le volviera a apresar o, al menos, procurarle el mayor
daño posible a sus hombres.
En cierto modo es comprensible
la actitud de Antonio López Gallardo si tenemos en cuenta algunos aspectos:
Primero, que cuando la plaza capituló se llegó al acuerdo de que los españoles
podrían retirarse a Ceuta o a cualquier otro punto sin temer por sus vidas o
libertad y lo primero que hicieron los moros fue apresarlos a todos y reducirlos
a cautividad. Segundo, estuvo privado de su libertad durante dieciocho años,
coincidiendo con una época de plenitud en la vida de una persona y encima
teniendo que realizar encargos para su captor. tercero, su mujer e hijas
estaban presas, perdiendo estas últimas los años mejores para poder contraer
matrimonio sin dificultad. Todos estos factores, crearían en el un rencor y un
odio que cuando se le presentó la oportunidad, el gobierno del Peñón, no dudó
en darles salida y trabajar para poder dañar lo máximo posible a quien le había
privado de su libertad.
Peñón de Vélez de la Gomera |
Como decía, las tropas de Muley
Ismail pusieron asedio al Peñón, que duró alrededor de quince meses, y que comenzó
prácticamente desde el momento de hacerse cargo Antonio del gobierno y el
encargado de llevarlo a efecto fue un tal Alí ben Abdalá, quien atacó con saña
al presidio, aunque se le pudo hacer frente sin problemas.
Se realizaron por parte de los
nuestros, salidas tonto por tierra como por mar, apresando moros y barcos. Así,
el dieciocho de octubre de 1700, organizó Antonio un ataque al puerto de
Mostaza, distante unos once kilómetros de la plaza, asaltando por sorpresa el
puerto y saqueándolo, llevándose maderas y otros géneros, así como a moros
prisioneros. El hecho apareció reflejado en La Gaceta de la siguiente manera:
"Peñón de Vélez 24. de Octubre de 1700
A Diez y nueve del corriente, nuestro
Governador Don Antonio López Gallardo, supo como Muley Sidan, hijo del Rey de
Mequinez, se hallava en Tessa, veinte y siete legua de cita Plaza, que pasava
ázia Orán contra los Argelinos; pero que
de retirada tenia resuelto llegar aquí con catorze mil hombres que lleva, y acometer esta Plaza, y Fuerte: Y nos tiene
esta noticia con bastante cuidado.
El mismo
dia, antes de amanecer, salieron de orden de nuestro Governador las dos Fragatas , y el Barco Luengo de tas Alhucemas,
para el Puerto de Mostaza, adonde llegaron, poniendo las proas en tierra; y saltando
hasta sesenta hombres, se apoderaron á fuerça
de armas de tres Embarcaciones de muy buen porte, que tenían varadas, y con que
comerciavan en Tetuan; largando tambien todas las prevenciones, que allí tenían para hazer viage.
Y avíendose detenido en esta faccion mas de
vna hora, se embarcaron sin recibir daño
alguno, y se hízieron a la mar, á tiempo que llegaron los Enemigos, y se hallaron
burlados."
El siete de julio de 1701
realizó una incursión al llamado Castel de Pescadores, a unos treinta y ocho
kilómetros del presidio, donde mataron a varios moros y apresaron a uno; el día
quince se apresó a otro moro y el veintiséis se apresó un barco que los moros
abandonaron precipitadamente ante la llegada de los españoles.
Tras esto, lanzó Muley Sidan el
hijo de Muley Ismail, un ataque contra el cantil con catorce mil hombres contra
el fuerte de El Cantil, apoderándose de él, pero Antonio López Gallardo
reaccionó bien y tiempo y tras un
intenso combate logró hacerse con él y destruyéndolo para que pudiera volver a
servir de plataforma para los ataques de los moros contra el Peñón.
Los días uno y dos de mayo de 1702,
se realizó una salida en la que se quemaron los ataques de los enemigos.
El veintiséis de febrero de 1703
los moros atacaron con fuerza el presidio, aguantando firmemente los españoles,
obligándoles a retirarse dejando una barca en la que había gran cantidad de
armas y herramientas y cinco moros, los
cuales fueron apresados, tras lo cual, pocos días después, Antonio López ordenó
una salida con las embarcaciones del presidio que lograron apresar un moro que
informó del estado del campo enemigo y con esta información, volvió a ordenar
una salida de ataque, pillando desprevenidos a los moros y causándoles muchos
estragos, capturando algunos y
aterrorizando a los demás, lo que tuvo como resultado que no volvieron a atacar
en bastante tiempo.
Castillo de tierra del Peñón de Vélez de la Gomera |
Hay que decir que recibió
catorce piezas de artillería, las cuales, a pesar de las asperezas del terreno
y la oposición constante de los moros, lograron subir al presidio, siendo
Antonio López uno de los que trabajó en ello, metiéndose en el agua y tirando
de las poleas.
Durante su gobierno, reparó los
cuarteles y la iglesia, bastante maltrechos por las bombas de los enemigos. Así
mismo, ordenó la construcción del baluarte de San Antonio, de una estacada y de
una entrada encubierta labrada en la piedra del peñón, en la cara del mar, para
facilitar la entrada de víveres, armas, etc. en la plaza en momentos de asedio.
Como curiosidad, una noticia. Ya
dije antes que el hecho de que Antonio López se hiciera cargo del gobierno del
Peñón y se opusiese militar mente a los moros irritó sobremanera al sultán,
pues este no se esperaba esto y por lo tanto ordenó que por el medio que fuera
se capturase y se le llevase.
Pero como hemos visto, todos los
intentos lo fueron sin éxito... hasta que se le presentó la ocasión en 1701.
Efectivamente, embarcando quince hombres del presidio del Peñón con rumbo a
España, al poco de partir se vieron atacadados por unas galeotas aprestadas por
Alí ben Abdalá y tras tenaz combate e inferioridad numérica, los españoles
acabaron por rendirse, siendo capturados y enviados cautivos a Mequinez, donde
fueron muertos a base de golpes y sablazos y sus cadáveres fueron mutilados por
una fanática multitud.
Sus restos fueron recogidos por
los franciscanos autorizados a estar en Mequinez, quienes los amortajaron y
dieron sepultura.
Por decreto de treinta de agosto
de 1702, se le transmitieron las felicitaciones del rey y su recomendación para
que pudiese acceder a mejor empleo. Entregó el gobierno del Peñón a Pedro de
Azcoitia (o Azcuitia), en junio de 1703.
El trece de junio de 1707, fue
propuesto para hacerse cargo del gobierno de la Florida, en América (2), aunque no he averiguado si lo obtuvo. En cualquier caso, la edad jugaba
en su contra.
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(1) Su hoja de
servicios dice que también se halló destinado en Larache, pero no indica si
antes o durante el tiempo que se halló en San Miguel de Ultramar.
(2) Igual que en
el caso anterior, no especifica a que Florida se puede referir.
Soldado Español
Málaga - 2021
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