El
3 de Junio de 1832, debido a una orden que le traslada de Cuerpo, fue promovido
al empleo de Subteniente de su nuevo Cuerpo, que no era otro que el de Carabineros de Costas y Fronteras,
siendo destinado a la 3ª compañía de la 11ª Comandancia, en Málaga, lugar donde
los años de 1833 y 1834 estuvo desempeñando los servicios de su clase, entre otras
localidades en Macharaviaya, lugar donde nació su hija Pilar Gila y al pasar a
ser los Carabineros un Cuerpo dependiente de Hacienda, el primero de Enero de
1835 fue alta por disposición de la Dirección General
de Rentas y en esa misma Comandancia en la Real Hacienda ,
pasando a percibir un sueldo de 5000 reales vellón al mes, sueldo que sin ser
una bicoca era suficiente, dado que tenía la vivienda y la pensión alimenticia
por cuenta de la Hacienda ,
Continuó en el desempeño de sus funciones,
pero por culpa de los tumultuosos e inestables tiempos que políticamente se
vivían en España y habida cuenta el estado de guerra civil que se vivía, se
revisó su expediente tras lo cual el 30 de Noviembre de 1836 fue suspendido de
empleo y sueldo junto con otros oficiales de la Comandancia en virtud
de sus antecedentes políticos pro Fernando VII, habiéndoseles mandado formar
expedientes gubernativos -maravillosa España la de entonces-, pero,
afortunadamente, en virtud de una Real Orden de 31 de Octubre de 1837 fue repuesto
en su empleo y destinado Dirección General de Aduanas y Resguardos a la Comandancia de Almería
por separación de Lorenzo Márquez, que la obtenía, lo cual se verificó el
siguiente trece de Noviembre y donde gracias a sus dotes de mando y organización
y buen entendimiento con los hombres a su mando consiguió subir la moral y los
valores militares entre la tropa, siendo felicitado por ello, aparte de haber
conseguido que en su demarcación no se realizasen mas desembarcos de alhijos de
contrabando durante el tiempo que estuvo destinado en esa Comandancia.
El treinta y uno de Agosto de 1839 se le
nombra Subteniente de la
Comandancia de Hacienda Pública dela provincia de Almería,
con un sueldo de cinco mil reales al mes, pero como por lo visto se le tenía en
el punto de mira, pues el seis de Octubre sale un despacho de la Dirección General
de Aduanas y Resguardos en el cual se dice que
“…mediante
a que el Subteniente de Carabineros de esa Comandancia D. Agustín Melero
resulta indicado de complicidad en una causa de infidencia que se sigue en la Subdelegación de
Rentas de Granada a consecuencia de varios abusos denunciados por el Sargento
que fue de aquella Comandancia D. Julián Resard, la Dirección ha dispuesto
de conformidad con su asesor, que dicho Oficial quede suspenso de empleo y
sujeto en cuanto al sueldo, a la condición de encausado = Lo traslado a V. I.
para su inteligencia y puntual cumplimiento y noticia del interesado. = Dígolo
a V. con el propio objeto y para que desde luego disponga que el Teniente D.
José de Zavala pase a encargarse de la Tenencia de adra, relevando de este destino al
Subteniente Melero, debiendo V. darme conocimiento de quedar cumplimentada esta
orden. Lo que transmito a V. para su conocimiento y a fin de que inmediatamente
haga entrega de ese puesto de su cargo
al Subteniente D. Juan Subirada, con las formalidades instruidas y
verificado, me dará el oportuno parte = Dios guarde a V. S. S. = Roquetas, a 14
de Octubre de 1838 = Ángel Mª. Rodríguez = Sr. D. Agustín Melero, Subteniente
adjunto Carabineros de Adra”
Habida cuenta de lo anterior, se inicia una investigación resultando de
todo esto que el nueve de Febrero recibe un comunicado del siguiente tenor:
“…El Excmo. Sr, Secretario de Estado y del Despacho de
Haciendo ha comunicado a esta Dirección con fecha de ayer -21 de
Enero de 1839- la R. Orden siguiente = Enterada S. M. la Reina Gobernadora
de la consulta de esa Dirección del tres del corriente acompañando varias
comunicaciones del Intendente de Almería y copia de las prevenciones que en
consecuencia le ha hecho, se ha servido declarar cesante sin perjuicio de lo
que después corresponda por resultado de la causa que se le sigue al Teniente
de Carabineros de dicha Comandancia D. Francisco Tarazona y al Subteniente de
la misma D. Agustín Melero, nombrando S. M. para la Tenencia al Subteniente
de la de Soria D. José Romero y para la Subtenencia a D. Francisco Díaz, mandado proponer
por resolución de quince de diciembre anterior y por lo que resulta que deja
Rosal de la Frontera
a D. Joaquín García, Teniente de Miñones Voluntarios Aragoneses. De R. O. lo
digo a V. I. para su inteligencia y efectos consignados…”
con
lo cual se quedó en clase de cesante a la espera del resultado de la causa que
se le seguía, situación en la que seguirá todo el año de 1840.
El año de 1841 empieza bien, pues como
consecuencia de la información que había sido encargada el once de Noviembre
del año anterior por el Superintendente
de la Provincia
de Almería, resultó que en el mismo mes pero del año de 1835, cuando se hallaba
Agustín mandando la demarcación de Adra, tuvo este noticia cierta de que en el
lugar conocido como Balanegra iba a realizarse un gran desembarco de
mercaderías de contrabando y sin dudarlo
un solo instante ordenó a cinco de sus hombres se armasen y pertrechasen a toda
prisa y a galope tendido se plantaron en las inmediaciones del lugar elegido
por los delincuentes, pero antes de llegar fueron recibidos por unos
escopeteros, los cuales acometieron a los agentes de la Ley con unas fuertes descargas
de escopetería, una de cuyas balas no le impactó de lleno en la cabeza a
Agustín de milagro, llevándosele tan solo el sombrero.
Pero como Agustín quería dejar bien claro
que era un Oficial de honor y de confianza, prefirió morir antes que consentir que se realizara el
esperado alhijo, de modo que despreciando el peligro continuó en medio de tan
continuo fuego como los bandidos hacían, intentando estos evitar que la fuerza
mandada por Agustín se plantara en el punto que los contrabandistas tenían
elegido para el trapicheo, pero superando la corta fuerza de Carabineros los
obstáculos que a su paso se presentaban, consiguieron desbaratar la operación,
consiguiendo estos bravos batir y poner en fuga a los defraudadores de las Rentas
Nacionales, los cuales estaban ya a punto de recibir los géneros de un buque,
el cual cuando se percató de lo que sucedía puso mar de por medio
desapareciendo de la vista y así el alhijo no se verificó.
Parecía que las cosas le salían bien a
Agustín, pues por una Real Orden del Regente del Reino, D. Baldomero Espartero,
de fecha diecinueve de Mayo comunicada a la Comandancia de Almería
el siguiente treinta y uno, se decía que atendiendo al satisfactorio resultado
de la causa que se le seguía se falló a su favor, quedando libre de toda
inculpación, por lo cual el regente se servía resolver que fuese colocado en la
primera oportunidad que hubiese a destino siguiente al que en la actualidad
servía si no lo hubiera para ascender para ascender al grado inmediato.
Así, el doce de Junio y por disposición del
Superintendente y consecuencia de lo anterior, se decidió que quedara agregado
a esa misma Comandancia -o sea, no ascendía a teniente-, para que practicase el
servicio de su clase, continuando pues en la demarcación de Adra, lugar donde
se le reconocieron sus méritos, pues se hizo constar que gracias a su gestión
había conseguido hacer subir los valores castrenses, morales y de eficacia en
el servicio entre sus hombres de una manera extraordinaria y que durante ese
tiempo no habían conseguido los
contrabandistas llevar a cabo en su área de actuación ningún alhijo, siendo por
tanto una zona segura.
Continúa
Soldado Español
Málaga - 2019
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