Nació
en la plaza de Ceuta el año de 1752, aunque alguna fuente cita el dos de junio de 1753. Hijo de Diego de Alburquerque y Guevara,
quien en 1788 era teniente coronel de infantería y sargento mayor del
regimiento provincial de Sevilla.
Ingresó en el ejército en clase de cadete el
primero de marzo de 1765, con destino en el regimiento fijo de Ceuta, en el que
permaneció por espacio de dos años y veinte días, hasta el veintiuno de marzo
de 1767, que se le destinó al regimiento de Saboya, donde permaneció hasta el
primero de julio de 1762, que fue enviado a prestar sus servicios en el
regimiento de Cartagena de Indias.
En este nuevo regimiento, obtuvo su ascenso
a subteniente el primero de mayo de 1773 y a teniente el ocho de septiembre de
1777. Pero resulta que con su nuevo empleo, pensó la superioridad que debía
servirlo en otro regimiento, de modo que el siete de abril de 1778 pasa al
cuerpo veterano de la provincia de Maracaibo, donde el dieciséis de enero de
1779 se le nombra ayudante mayor y el siete de agosto de 1784 obtiene su
patente de capitán.
No acaba aquí su peregrinar de regimiento en
regimiento, pues el veintidós de abril de 1786 se incorpora en igual clase a un
nuevo destino, el cuerpo veterano de la isla de la Trinidad, cuerpo en el que
recibe su graduación como teniente coronel el catorce de octubre de 1788.
Antes, el doce de abril, debido a las enfermedades sufridas por culpa del
clima, presentando úlceras en garganta, encías y zonas adyacentes y otros
síntomas, es decir, escorbuto, solicita se le conceda un año de licencia para
pasar a España y restablecerse.
Y cuando ya parecía que por fin iba a
asentarse definitivamente en un destino, resulta que por necesidades del
servicio, la superioridad decide que pase destinado al batallón de milicias
disciplinadas de Aragua, al que debió incorporarse el veinte de enero de 1790 y
donde el quince de septiembre de 1790 asume el mando de sargento mayor del
batallón, aunque no tuvo efecto hasta un año después, pues continuaba de
licencia en España.
Por lo que se refiere a las campañas y
acciones de guerra en que se halló, tuvo su primera intervención el año de
1771, cuando acudió con el ejército de operaciones al ría Hacha para contener a
los indios sublevados, sirviendo durante veinte meses ejerciendo las funciones
de ayudante de la artillería, así como de su regimiento.
Por orden del virrey de Nueva Granada, pasó
de Cartagena de Indias a Maracaibo, donde se dedicó a ejercer labores de
instrucción a la tropa veterana, levantó una cuarta compañía completa, con lo
que formó un cuerpo. También arregló las
milicias blancas y las pardas y realizó comisiones de inspección de las
fortalezas del puerto.
Junto con tropa a su mando, embarcó dando
escolta a un funcionario de la real hacienda que se dirigía al reconocimiento
de una fragata, surta en el surgidero de Guaranaco y a cuarenta leguas de
Maracaibo, logrando mientras duró la comisión y con tan solo catorce hombres a
su mando, apresar a tres barcos extranjeros bien armados dedicados al
contrabando y la trata furtiva, entregándolas al erario público.
A petición del gobernador de la provincia de
Santa Marta, pasó en 1779 con tropa a su mando a castigar a indios aliles que
se habían sublevado, derrotándolos y haciendo bastantes prisioneros.
En marzo de 1781, habiéndose producido la
llamada sublevación de los comuneros en Nueva Granada, salió al frente de
doscientos soldados desde Maracaibo hacia la región del actual departamento
colombiano de Santander, enfrentándose a unos mil quinientos de los sublevados,
a los que derrotó, deteniendo y ajusticiando a los principales individuos
organizadores de la sublevación.
En noviembre de ese mismo año, recuperó los
libros y papeles de rentas y administración de la provincia de Caracas
sustraídos por los indios que se había sublevado,
En abril de 1782, auxilió al administrador
de rentas de la ciudad de Trujillo durante las alteraciones del orden que hubo
en ese tiempo, así como evitó que se levantaran milicias nuevas y se llevaran a
cabo operaciones militares inútiles y gravosas al erario.
En septiembre de ese año, entró con tropa en
Mérida y puso en fuga a los levantados en esa ciudad, protegiendo a los
administradores de retas y recogiendo y poniendo a buen recaudo los libros y
documentos oficiales de esa administración, tras lo cual, el siguiente mes de
octubre comandó la expedición a Maracaibo para encargarse de la prisión
embargos y causas judiciales de individuos implicados en una sublevación.
En diciembre, y a petición de los alcaldes
ordinarios de Mérida, mandó un destacamento desde esa ciudad para neutralizar
unos nuevos desórdenes ocurridos en Maracaibo,
Ya en agosto de 1785, fue elegido por
comandante de una tropa de cien hombres de infantería veterana y otros cien de
milicias para marchar contra los sublevados en Mérida y otras localidades
vecinas, que habían formado una tropa de mil quinientos hombres, a los que
logró poner en fuga, apresando a los cabecillas, tras lo cual, con cuarenta
hombres recorrió localidades vecinas, donde restituyó el orden y la
administración de rentas, instruyendo sumarias contra los promotores de los
desórdenes mandándolos a prisión y ejecutando los embargos pertinentes.
Durante el periodo de tiempo que estuvo como
ayudante mayor, en 1787 realizó las funciones de jefe de su cuerpo, de la plaza
donde se hallaba el regimiento y de las milicias, además de estar al frente de
la academia de cadetes durante cuatro años.
Cuando se formó la nueva colonia en la isla
de la Trinidad, fue encargado para la formación de las milicias de pardos y de
morenos, a la vez que ejerció de secretario del gobierno de la Trinidad y al
declararse la guerra contra Gran Bretaña, se le confió el mando de las armas de
la provincia de Maracaibo, lo que realizó, a juicio de sus superiores, con
verdadero acierto.
El diez de marzo de 1791, es recibido por
caballero de la Orden de Calatrava.
Soldado Español
Málaga - 2020